El nuevo presidente del grupo de Ciudadanos en el Parlament de Catalunya, Carlos Carrizosa, ha intentado sortear como ha podido la crisis abierta dentro del partido por el cambio de estrategia y las dimisiones como la de Toni Roldán. En rueda de prensa en la cámara catalana, Carrizosa ha desvinculado la marcha de Roldán de los pactos con Vox y ha asegurado que se trata de la oposición del partido a la investidura de Pedro Sánchez.

Por este motivo, ha considerado que "quien ha cambiado de posición es Toni Roldán" y no el partido, y ha recordado que Cs se presentó a las elecciones del pasado 28 de abril prometiendo que no investirían a Sánchez. En este sentido, ha acusado a los socialistas de evitar gobiernos "constitucionalistas" en algunos municipios catalanes pactando con "los autores de las bestias taradas" y de los que "hicieron el golpe a la democracia", en referencia a JxCat y ERC, y también al resto de España, donde los ha acusado de pactar con los "populistas" y los "herederos de ETA".

Por todo eso, considera que el voto de Ciudadanos a la investidura de Sánchez tiene que ser negativo. Decir no a Sánchez no es de derechas, es de centro liberal y de pura razón. Decir no en Sánchez no tiene color político", ha defendido, asegurado de que es lo que "prometieron a los ciudadanos" que les votaron.