Después de que la derecha haya vuelto a protestar enérgicamente por la figura del "relator" en la mesa de partidos, el gobierno español ha tenido que salir a justificarse públicamente este miércoles porque se ha "magnificado" este hecho. "No es un observador internacional, ni viene a mediar", ha defendido la vicepresidenta española Carmen Calvo en una comparecencia extraordinaria desde la Moncloa. "Hay que empezar a pensar en qué salidas damos", ha añadido.

Después que Pablo Casado haya amenazado con una moción de censura por la figura del "relator", y que Albert Rivera haya exigido la comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso, la vicepresidenta española ha denunciado los palos en las ruedas de la oposición. "Las derechas radicalizadas no sólo no ayudan, sino que hacen todo el contrario", ha lamentado.

"No necesitamos a ningún mediador ni negociador", ha insistido Carmen Calvo, que ha indicado que tiene que ser una persona que conozca bien la situación de Catalunya. Su papel será el de "convocar y organizar". Ayudará en el "trabajo entre partidos", que será "complicado". No ha dado detalles sobre los nombres que se estudian para asumir este papel, que no sería remunerado. Ha circunscrito la mesa de partidos a las formaciones de ámbito catalán.

"No queda otra que encontrar salidas", ha defendido a la vicepresidenta del gobierno español. "Las consecuencias de escurrir el bulto son las que son y han producido los problemas que han producido", ha sostenido. No obstante, ha avisado de que el derecho a la autodeterminación de Catalunya no tiene cabida dentro del ordenamiento legal español. "Se pueden hablar de muchas cosas pero en la legalidad sólo se pueden meter unas cuantas", ha explicado.

Calvo también se ha visto olvidada a defenderse de las críticas de algunos compañeros suyos del PSOE, como Emiliano García Page, sobre la propuesta del "relator". Ha atribuido las acusaciones a la "desinformación y desconocimiento", a que "no hemos llegado a tiempo que tuviera la información correcta".