En la Conselleria de Justícia ha vuelto la vitalidad y la luz. Desde Montserrat Tura, el Departament respiraba un ambiente gris. La Conselleria de Justícia ya es por sí misma un hueso difícil de roer, pero cuando Montserrat Tura, durante el segundo tripartit, aterrizó le dio otro cariz. El mismo o similar que le está dando ahora Carles Mundó. Mundó saluda a los trabajadores cuando entra por la mañana y pide las cosas con educación. Parece obvio, pero alguno de sus predecesores no lo hacía y eso, tan simple, ha renovado de arriba a abajo el ambiente al Departament.

Hablar de prisiones y leyes no le gusta a nadie. No vende. Pero Mundó lo ha puesto en la agenda política y también en la social. En nueve meses ha acudido a todas las prisiones y ya ha visitado la mitad de los juzgados catalanes. Los que tienen problemas y los que no. Es partidario de apagar incendios en tiempo de paz, para que cuando surja el problema todo sea más fácil de gestionar.

Tiene su despacho igual que lo encontró. Hay una figura de los castellers y de los diables, regalos a la conselleria que se han ido conservando. Y sobre la mesa donde recibe las visitas, escoltada por el sofá, la Constitución de Tortosa, las Constituciones de Catalunya del año 1495 y el libro de Constituciones y Otros Derechos de Catalunya durante el reinado de Felipe IV.

Los referentes legales previos a la Constitución española de 1978, con los libros amarillentos y desgastados, contrastan con el salto adelante que se intenta hacer con respecto a la modernización de la Justicia y las nuevas tecnologías. El twitter del Departament de Justicia echa humo, como todo su equipo que lo tiene que seguir arriba y abajo. Mundó, inquieto, curioso y cuidadoso, se reserva los viernes para hacer visitas por todo Catalunya. A Mundó, como Tura, y contrariamente al talante de Pilar Fernandez Bozal y Germà Gordó, le gusta salir en el escaparate.

Mundó conoce bien el terreno que pisa. Es abogado y tiene una larga experiencia a la administración. Con sólo 40 años es conseller de Justícia pero con 27 fue jefe del gabinete de la conselleria d'Educació, con Josep Bargalló y Marta Cid. Del 2008 al 2011 fue secretario de Mitjans de Comunicació y presidente de la Agencia Catalana de Notícies (ACN).

En el terreno legal, es uno de los promotores de Drets.cat, la asociación de abogados que denuncia actos de catalanofobia y que, por ejemplo, lideró el recurso contra las estelades en la final de la copa del Rey en el Vicente Calderon entre el Barça y el Sevilla.

Carles Mundó confiesa que se lo está pasando bien como conseller, pero también advierte que es un cargo provisional, al servicio del president Puigdemont, que tiene fecha de caducidad, y un objetivo en el horizonte: la independencia.