"Barcelona no será gobernada por la derecha unionista ni por el bloque del 155". Con esta clara declaración de principios ha empezado Ernest Maragall, la apuesta de ERC por la alcaldía de Barcelona, la conferencia de presentación de su candidatura por las municipales del próximo mayo. A pesar de rechazar una candidatura conjunta del independentismo en Barcelona, Maragall ha asegurado que propondrá un "acuerdo firme y consistente para la unidad de acción" al resto de fuerzas soberanistas y para que Barcelona no sea gobernada por "la derecha unionista ni el bloque del 155".
El acto, que ha tenido lugar en el patio cubierto del campus de la Ciutadella de la Universidad Pompeu Fabra, y que ha reunido cerca de un millar de personas, ha servido a Maragall para trazar las líneas principales en las que se basará su campaña para cumplir los buenos presagios de las encuestas y conquistar la alcaldía.
Sin embargo, el candidato republicano no ha querido olvidar la situación de los presos y exiliados y ha defendido que no habrá ninguna "concesión en los que atentan contra la libertad" hasta que "sean libres, ellos y ellas y nosotros". Maragall también ha defendido que Barcelona tiene que ser la "capital de la República" y ha afirmado que "la democracia y la libertad no pueden ser moneda de cambio". Por todo eso, ha propuesto un "acuerdo firme y consistente para la unidad de acción en el camino de avance hacia la República" con todas las fuerzas soberanistas.
Un acuerdo, ha explicado, que tendría que pasar por "la libertad de los presos y el retorno de todos los exiliados", el "diálogo siempre abierto para culminar en la celebración de un referéndum acordado y vinculante" y un compromiso "para garantizar que Barcelona no será gobernada por las derechas al servicio del unionismo ni por el bloque del 155". Así, ha defendido que el proyecto de ERC para las elecciones municipales es "inequívocamente progresista y de pleno compromiso republicano" y ha defendido que estarán "abiertos a liderar y a compartir una mayoría de gobierno que respete a este doble premisa".
Ahora bien, Maragall ha defendido que la suya será una candidatura fuera del "club de los demagogos" y de los "liderazgos taumaturgos que llegan con una varita mágica del poder económico o, todavía peor, usando y abusando de las legítimas inquietudes de la ciudadanía". Un claro aviso hacia sus oponentes, desde Manuel Valls hasta algunos sectores del independentismo. En este punto, el candidato a la alcaldía también ha asegurado que apuesta por un proyecto que no "hipoteque el modelo de ciudad" por un "exceso de inmediatez por sobreactuación" y que lleve a Barcelona a ser una "referencia real y potente" para Catalunya y Europa.
Entre las importantes propuestas sectoriales de su candidatura, hay una clara apuesta para reducir las desigualdades, para mejorar el acceso al alquiler protegido e impulsar una transición energética de los edificios más antiguos de la ciudad y una inversión en transporte público para hacerlo una alternativa real al vehículo privado, además de una regulación del turismo que lleve al "éxito de todo el mundo".
Entre los asistentes, se han podido ver altos cargos de ERC como el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, el presidente del Parlament, Roger Torrent, y algunos consellers como Chakir El Homrani, Esther Capella, Teresa Jordà y Alfred Bosch. También una decena de diputados republicanos en el Parlamentoy otras personalidades como el exdiputado de JxSí Germà Bel, los exconseller Carles Mundó, Antoni Castells y Joan Manuel Tresserras, así como también la presidenta de la Academia del Cine Catalán, Isona Passola, o la esposa del expresidente Pasqual Maragall y cuñada del candidato, Diana Garrigosa.