El conseller de Interior, Miquel Buch, ha querido intentar sofocar este domingo por la mañana la polémica por el rearme de los Mossos con gas pimienta y vallas para las movilizaciones previstas para este otoño contra la sentencia. Según Buch, el obejectiu de los Mossos es "garantizar la libertad de expresión" y actuar por la vía de la "mediación", y ha dejado como "último recurso" el uso de la fuerza.

En este sentido, el conseller ha defendido que se garantizará la "proporcionalidad" y ha asegurado que sólo se utilizará en caso de grupos violentos para "aislarlos". Buch ha atribuido la polémica de las últimas horas a una "error comunicativo" y ha asegurado que lo que se quería es hacer un "ejercicio de transparencia".