Miquel Buch cierra filas y se mantiene en el relato de que los Mossos d'Esquadra hacen lo que tienen que hacer y que ayer no fueron permisivos con nadie en ningún momento. Se mantiene en la línea, pues, de que hay que garantizar el derecho a manifestación y también la seguridad pública, y ha explicado que los dos grupos antagónicos se mantuvieron ayer separados hasta que los ultras se acercaron demasiado a la manifestación que había en Jardinets de Gràcia con 15.000 personas.

"Ni se toleran ni se tolerarán hechos violentos que afecten a la convivencia de los catalanes y que agreden a las personas. Quiero que quede claro para todo el mundo", ha dicho Buch respondiendo a las críticas al dispositivo de ayer, que no aisló al grupo ultra y no pudo evitar unos incidentes que desembocaron en otra noche de disturbios y cargas.

Sobre su continuidad en el cargo y la confianza del Govern en él como conseller de Interior, Buch ha dicho que ahora no es el momento de dimitir: "Estoy al frente de la Consejería de Interior durante unos hechos complejos. Yo estaré al frente de este departamento velando por la seguridad de los catalanes y por el trabajo que hacemos cada día. Si en algún lugar alguien del departamento se ha equivocado, lo tenemos que estudiar para que no vuelva a ocurrir".

Menos actos vandálicos, más intensidad

El conseller ha admitido que aunque ayer hubo menos daños en la ciudad y menos actos vandálicos, la intensidad aumentó. "Anoche bajaron en número pero aumentaron en violencia", ha asegurado Buch.

Según el conseller, una vez se desconvocó la concentración de Jardinets de Gràcia fue cuando aparecieron "grupos violentos". Ayer había cócteles molotov y se tiró cohetes a las líneas policiales y a las furgonetas de los Mossos. La guerrilla urbana está preparada para el cuerpo a cuerpo y parece que ha tomado desprevenidos a los Mossos, que ayer no tuvieron el apoyo de la policía española.

Buch no ha explicado por qué ayer no pidieron el apoyo del CNP cuando estos días han diseñado los dispositivos conjuntamente.

Sobre los infiltrados

El conseller Buch también ha aclarado que no hay infiltrados policiales en las manifestaciones y que cuando el president Quim Torra dijo "infiltrados" en su comparecencia del miércoles por la noche se refería a personas que no tienen nada que ver con el movimiento independentista.

"Los infiltrados son personas que no tienen nada que ver con el movimiento independentista de este país. Las imágenes que vemos no tienen nada que ver con la reivindicación independentista de este país", ha dicho el conseller.

La imagen del independentismo, según Buch, es la de las marchas de estos días por todo el país, "normales, pacíficas y cívicas", e insiste que "se ha garantizado el derecho a manifestación y los catalanes han demostrado que el camino de las reivindicaciones es cívico y pacífico, y que se aíslan las actitudes violentas".

El conseller ha explicado que hubo voluntad de mediación con los grupos ultras, y ha explicado las imágenes que circulan de un antidisturbio hablando amigablemente con uno de los manifestantes fascistas de la plaza de Artós.