El conseller de Interior, Miquel Buch, ha vuelto a defender la actuación de los Mossos d'Esquadra en las protestas que se han producido a Catalunya durante la última semana contra la sentencia del Tribunal Supremo sobre el referéndum del 1 de octubre de 2017. En respuesta a una interpelación de CatECP en el Parlament, Buch ha asegurado que los Mossos "han garantizado que la ciudadanía pudiera manifestarse" y "han evitado incidentes". Ahora bien, ha advertido que hay que hacerlo "de forma pacífica", ya que "si hay violencia sobre las personas o los bienes, se entiende que no es el ejercicio de ningún derecho fundamental" y hay que actuar. "Las transgresiones a las normas o los daños en las cosas son ilícitos que la policía tiene que reprimir", ha añadido.

"La utilización inadecuada de estos derechos afecta no sólo la persona que los vulnera, en tanto que se le exigirán las responsabilidades, sino que también afecta al conjunto de la sociedad y la convivencia," ha insistido Buch, que ha destacado la "permanente voluntad de mejora" del funcionamiento de los Mossos, de quien ha dicho estar "orgulloso". Sobre las posibles irregularidades, ha dicho que "se investigarán todas las acciones del cuerpo que no hayan sido realizadas según los protocolos".

El diputado de los comunes Marc Parés ha reprochado al conseller la actuación de los Mossos no sólo en las protestas contra la sentencia del 1-O, sino también en desahucios y la aparente "connivencia" entre agentes y ultras de extrema derecha como los que la semana pasada "camparon por Barcelona con bates de béisbol" después de una concentración a la plaza de Artós, al barrio de Sarrià, y que agredieron a un ciudadano. Buch ha explicado que aquel día, aparte de una numerosa manifestación en los Jardines Pequeños de Salvador Espriu –a Gracia– convocada por los Comités de Defensa de la República (CDR), coincidieron una marcha de extrema derecha con una antifascista y que los Mossos intentaron contener.