El conseller de Interior, Miquel Buch, ha reiterado hoy, durante la comparecencia telemática en el Parlament, que la centralización ha dificultado la gestión del coronavirus en Catalunya. El conseller dice que las 1.714.000 mascarillas del Gobierno no se corresponden con la población catalana.
Según Buch, la declaración del estado de alarma ha "dificultado" la gestión en Catalunya, que se ha hecho con "la única ideología de luchar contra el coronavirus". "No hay ninguna otra ideología, no somos como otros gobiernos que lo plantean como un elemento patriótico, nosotros hacemos un planteamiento sanitario, social y económico", ha asegurado. Además, también ha retado a la oposición a dividir el número de mascarillas repartidas por el Gobierno en Catalunya, 1,714 millones, por la población total o activa de cada provincia, y ha asegurado que las cifras no cuadran.
Buch ha dicho que esta es una de las crisis más graves de los últimos tiempos, y por eso ha agradecido el trabajo de los cuerpos operativos y el personal sanitario, y también a la población su paciencia. En este sentido, ha pedido no bajar la atención los próximos días y protegerse, porque el sistema sanitario no soportaría un segundo brote de infectados.
El conseller ha detallado, en su primera intervención, todo lo que han hecho los Mossos d'Esquadra, los Bombers de la Generalitat, Protección Civil, el teléfono de emergencias 112 y el Servei Català de Trànsit. Así, ha explicado las diversas reuniones del comité asesor y el comité técnico de Protección Civil, que han hecho 7.000 llamadas y han enviado 5.000 correos electrónicos, y han enviado 95 comunicados a 1.870 destinatarios como ayuntamientos y otros organismos. Buch ha explicado que Protección Civil se ha informado de los diversos métodos de lucha contra el virus en China, Corea del Sur y varios países europeos.
Con respecto a los Mossos y las policías locales, ha explicado que han identificado a 257.869 personas y 231.675 vehículos, y se han interpuesto 71.444 denuncias por romper el confinamiento sin motivo justificado.
Sobre los delitos, la media diaria del 2019, de 1.607, ha bajado hasta los 405 estos días. Las detenciones también han bajado de las 93 diarias por término medio hasta las 48. Los robos violentos en la vía pública, transportes y establecimientos han pasado de 80 a 12. Con respecto a la violencia de género, se hace seguimiento de 17.133 personas, de las cuales 11.799 tienen algún tipo de medida judicial de protección.
Con respecto a los Bombers, aparte de destacar su apoyo en tareas logísticas para montar hospitales de campaña o desinfectar residencias geriátricas, también ha recordado que han cedido 13 efectivos a los servicios sanitarios. Además, 157 efectivos están de baja y un centenar más están afectados por posible infección.
Con respecto al teléfono de emergencias 112, ha explicado que hasta el 10 de marzo las llamadas operativas diarias eran unas 5.300, que pasaron a ser unas 12.000 diarias hasta el 19 de marzo. Más de la mitad de las llamadas eran por coronavirus. Después fueron bajando hasta las 5.600 diarias actuales. En total, se han recibido unas 241.000 llamadas, casi 100.000 por la Covid-19, un 41%. Sin embargo, la mayor parte de llamadas por la Covid-19 no son de urgencia. El conseller también ha explicado que los operadores telefónicos están operando desde cuatro salas diferentes para reducir el riesgo de contagio entre ellos.
La oposición, contra Buch por el relato de las mascarillas
La oposición ha cargado contra el conseller de Interior, Miquel Buch, durante la comparecencia telemática en el Parlament, este martes por la tarde. El diputado de Cs Jean Castel le ha pedido "responsabilidad" para afrontar la crisis sanitaria y dejar de ver "fantasmas donde no los hay". Castel también ha reprochado a Buch la polémica por las 1.714.000 mascarillas que el Estado ha enviado a Catalunya. En la misma línea, el diputado del PSC-Units Carles Castillo ha criticado la "actitud" de Buch en las ruedas de prensa al creer que "no ayuda" la "sorna" cuando pronuncia Gobierno en castellano cuando habla en catalán. El diputado de CatECP Marc Parés ha añadido que ni la "recentralización" ni la "confrontación" entre territorios traerán la "solución" para el coronavirus.
A su vez, la diputada del PP Esperanza García ha lamentado que Buch esté "ofuscado en juegos lingüísticos" y "delirios de la Guerra de Sucesión". La parlamentaria también ha criticado que el conseller se dirija al ejecutivo español en castellano cuando su discurso es en catalán.
Castel ha espetado a Buch que ahora no son "momentos para hacer política nacionalista". "Usted también es el Estado", ha destacado. El diputado de Cs ha emplazado al conseller a dar datos "exactos" durante las comparecencias y que estas incluyan los registros, identificaciones y detenciones hechos por todos cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en Catalunya durante el estado de alarma. Castel ha reprochado el "trasfondo" de Buch cuando pronuncia en castellano el concepto Gobierno. "El trasfondo no toca. Toca estar al lado de la ciudadanía", ha manifestado. Finalmente, la formación liberal ha pedido más "respeto institucional" y "coordinación" entre los diferentes cuerpos de seguridad.
Por su parte, Castillo ha iniciado la intervención destacando que algunas declaraciones de Buch en rueda de prensa han estado "dignas del Club de la Comedia" o del Polònia de TV3. Castillo ha dicho que la Conselleria d'Interior no está haciendo una mala gestión de la crisis sanitaria, pero que el conseller sí que tiene un "problema" en su comunicación con los medios. Por eso, le ha dicho que la coordinación y la comunicación pública ahora mismo son "esenciales" y que se tiene que garantizar que la ciudadanía cumpla las medidas de confinamiento. "Comparten expertos con el Estado y tienen todas las competencias en la gestión. No hace falta esta actitud", ha manifestado Castillo.
El diputado de CatECP ha constatado una vez más que hay que definir un nuevo modelo de seguridad para el país. Parés ha argumentado que la única manera "justa" para articular una acción multinivel para solucionar la crisis será a partir de la "coordinación" y la "cooperación" entre administraciones. El diputado ha dicho que Buch tiene que "rectificar" y cambiar la estrategia comunicativa porque no va en la dirección de cooperar. También ha dicho que no entiende por qué Buch, "desde el primer día", insiste en un discurso de "confrontación" entre Catalunya y España.
Con respecto a los grupos independentistas, Maria Sirvent (CUP) ha constatado que en un solo mes ya ha habido el doble de sanciones aplicando la llamada "ley mordaza" que en todo en el 2019, y ha opinado que la calificación de los incumplimientos es "absolutamente discrecional". La diputada anticapitalista también ha apuntado que las sanciones administrativas son una "carga" porque se invierte el mecanismo y es el acusado quien tiene que demostrar su inocencia, con el testimonio de un agente de la autoridad. "¿Quién decide qué es y qué no es desobediencia?", ha preguntado Sirvent a Buch.
Por su parte, la diputada de ERC Montserrat Fornells ha preguntado al conseller si los agentes de los Mossos se harán la prueba de PCR antes de reincorporarse. Fornells también ha cargado contra la decisión del Estado de retirar el confinamiento total, y ha animado al Govern a prepararse para "la reconstrucción del país", posterior a la crisis sanitaria. Finalmente, Ferran Roquer (JxCat) ha criticado el vocabulario "bélico" del ejecutivo español, y ha defendido a Buch con el término gobierno de España —en castellano: "Es que es así como se llama", ha subrayado Roquer.
Sobre el ejército
El conseller de Interior ha negado que la Generalitat haya rechazado o "cuestionado" la actuación del ejército y ha defendido que si no solicitaron antes su ayuda fue por "solidaridad" con otras comunidades que no disponen de un sistema de emergencias autonómico.
"Fue un ejercicio de solidaridad lo que hicimos", ha asegurado a la comisión de Interior del Parlament, que se celebra telemáticamente, después de que la oposición le haya reprochado que despreciara en un primer momento la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para desinfectar espacios de riesgo de infección.
Según Buch, durante las primeras semanas de la emergencia sanitaria no pidieron la colaboración del ejército para no abusar de servicios que, según su opinión, otras comunidades autónomas podrían necesitar más que Catalunya.
"En todo el estado español no hay nadie que tenga un sistema de emergencias público como lo que tiene Catalunya. (...) Por lo tanto, es normal que seamos solidarios y no tiremos de servicios que otros seguramente necesiten antes que nosotros", ha asegurado. Por eso, ha continuado, primero usaron "recursos propios" antes de solicitar la ayuda de la UME en Catalunya, cuyo auxilio pidieron por primera vez para desinfectar un centro de menores en Badalona.
El conseller se ha expresado en estos términos después de puntualizar ya en alguna ocasión que si la Generalitat no pidió antes la ayuda del ejército fue para no "absorber" el apoyo del Estado, una idea que ha reiterado hoy de forma más contundente y que ha atribuido a la "solidaridad" de los catalanes.
También ha recordado que la UME actuó en el incendio de Deltebre (Baix Ebre) el diciembre pasado, por eso ha recalcado: "Yo no la pongo en cuestión, ni mucho menos".
No obstante, ha matizado sus palabras cuando puso en duda la efectividad de que el ejército desinfectara el aeropuerto de Barcelona-el Prat el pasado mes de marzo. "No tenía sentido si al día siguiente venían miles de personas, porque la desinfección duraría horas o minutos. Lo que se tenía que hacer era cerrar el aeropuerto", ha apostillado.