Intervención sonada la de hoy de la diputada cupaire Mireia Boya en el pleno del Parlament, donde ha aparecido con un destornillador en la mano para pedir "sacar el fascismo de la calle". En el contexto del debate de modificación de la ley histórica, Boya ha encontrado contradictorio que el PSC presente una propuesta para reconocer el derecho de resarcimiento de las personas afectadas por la dictadura al mismo tiempo que el alcalde de Lleida, Àngel Ros, -también del PSC- asegurara este martes que no destinaría dinero a retirar las placas franquistas de los edificios.

"Si a alguien le molesta una placa franquista es libre de coger una escalera, un destornillador y sacar la placa", afirmó el alcalde leridano, consiguiendo rápidamente que dos concejales de la CUP en Lleida se pusieran manos a la obra encima de una escalera. Sólo faltaba Boya, que armada con un destornillador, ha invitado a todo el mundo a hacer lo mismo.