La declaración de Mireia Boya, exdiputada de la CUP, ha sido destacadamente diferente a las que se han hecho hasta ahora en el Tribunal Supremo. Ningún investigado hasta ahora ha sacado los colores al juez. Boya lo ha hecho citando al mismo Llarena que el año 2012, en una entrevista en el diario El Mundo, apostaba por una solución política y no judicial al conflicto entre Catalunya y España.

La exdiputada de la CUP ha citado las declaraciones donde Pablo Llarena, recientemente nombrado presidente de la Audiencia de Barcelona, decía "que el conflicto identitario catalán y la integridad del Estado español requería fundamentalmente de una solución política y no judicial".

En esta misma entrevista el que ahora es magistrado del Tribunal Supremo e instructor del caso contra el referéndum también decía que "existen sentimientos generalizados de la ciudadanía que necesitan una respuesta política".

Y todavía iba más allá: "Lo que no se puede pretender es que toda la cuestión relativa a atribuir un espacio significativo a la individualidad catalana y toda esta cuestión relativa a la integración de Catalunya en España se vaya a resolver judicialmente, porque no tiene que ser así".

Hoy, sin embargo, cuando Mireia Boya le ha reprochado sus declaraciones, Llarena se ha salido por la tangente y ha dicho: "Se olvida usted de un matiz" y ha remarcado el "fundamentalmente" de su frase en la entrevista.

Boya ha sacado pecho hoy en la sala de vistas y se ha mostrado firme en sus convicciones. No ha tenido que acatar la Constitución porque no se lo han preguntado, ha asegurado que creían en "la efectividad real" de la proclamación de la independencia y que nunca formar parte de ningún comité estratégico, porque, de hecho, no había ninguno. También ha dicho que no sabía nada del Enfocats y que siempre reclamó una solución dialogada al conflicto.

Nadie ha pedido medidas cautelares para Boya, porque según fuentes judiciales, la Fiscalía no ha visto su intervención por ningún sitio. Y VOX, que actúa de acusación popular, ha seguido esta línea. Con todo, Boya continúa imputada con cargos, entre los que hay la rebelión, sedición y malversación.