El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha atribuido hoy en una parte "importante" su retorno a la primera línea de la política al "riesgo" de que España pierda a Catalunya y a su convicción que "desde el trabajo que hace puede hacer alguna cosa para evitarlo".

"A decir verdad, para mí, España hoy tiene un riesgo: el de perder una parte del territorio, el asunto catalán. El problema para España es hacer crecer la unidad del país y no es coyuntural, es existencial", ha afirmado el ministro en un foro en la ciudad de Nueva York. Preguntado por cuál fue su motivación para volver a la política, el ministro ha revelado que la potencial independencia de Catalunya fue "importante" en su decisión.

Borrell participaba en una conversación con el director para las Américas del diario El País, Javier Moreno, como clausura de un acontecimiento sobre comercio organizado por este medio y la Cámara de Comercio española, y ha vuelto a pronunciarse sobre el procés catalán en su segunda jornada en Nueva York.

Antes del cambio de Gobierno español, que ahora encabeza el socialista Pedro Sánchez, el titular de la diplomacia española hizo charlas en universidades norteamericanas y allí se dio cuenta de que la gente "entendía incorrectamente la situación en España", según ha explicado. "No sólo en EE.UU., también en Europa, en el Reino Unido... Piensan que en España, Franco sigue vivo. Eso merece una respuesta. Tenemos que explicar que España está entre las 20 democracias más desarrolladas, por delante de Bélgica", ha asegurado Borrell citando datos del Banco Mundial.

En este sentido, el ministro ha criticado, cómo hizo este jueves en un acontecimiento en la Universidad de Nueva York, que el movimiento independentista ha generado una narrativa, ayudada a su entender por el medio televisivo, en la que "se habla de presos políticos y de exilio". "Tenemos un problema político, pero en España no hay presos políticos, es una democracia completa con un estado de derecho. No somos perfectos, pero los indicadores muestran que lo estamos haciendo bastante bien y que no somos un régimen represivo", ha insistido.

Borrell ha afirmado que hablar de presos políticos "hace pensar que Franco" ha "vuelto", y por eso se pregunta a sí mismo, remitiéndose a su experiencia vital durante la dictadura, si la gente "sabe lo que significaba" vivir bajo el régimen franquista. Ha matizado que eso no significa que el Ejecutivo que dirigía el popular Mariano Rajoy no cometiera "grandes errores". Ha ironizando con el hecho de que en España "se ven los toros desde la barrera", y ha reconocido que "intentar evitar el referéndum del 1-O utilizando la policía española fue una misión imposible".

Referéndum del Quebec

"Si la policía catalana (Mossos d'Esquadra) no tenía que hacer este trabajo, era imposible fingir que la española lo haría", ha sostenido el ministro, que ha puesto como un ejemplo más deseable el caso del referéndum del Quebec, que ha sido considerado "no ilegal, pero no en acuerdo con el Gobierno canadiense".

Reconociendo como complicada es la situación, el ministro ha repetido que el conflicto tardaría 20 años a resolverse, y ha asegurado que el gobierno del que forma parte "está construyendo puentes para dialogar y calmar ánimos" en un marco constitucional.