El alto representante diplomático de la UE, Josep Borrell, apeló el miércoles por la tarde a lo que hicieron "conquistadores y descubridores" en América, para inventar lo que debería ser "un Nuevo Mundo", ante una delegación de diputados latinoamericanos que asistieron a un encuentro conjunto con europarlamentarios. "Como los descubridores y conquistadores, tenemos que inventar un Nuevo Mundo. Y se tiene que recalibrar nuestra brújula estratégica con plena conciencia histórica para entender la magnitud de los cambios a los que tenemos que hacer frente", soltó. La apelación de la conquista de América fue recibida con sorpresa por algunos de los presentes.

Según Borrell, está empezando una época nueva, y como sucede en casi todas las épocas nuevas, "nace con el dolor", como muestra la Guerra de Ucrania. Ha agradecido, en este sentido, que casi todos los países de América Latina hayan condenado la invasión rusa. El alto representante ha asegurado que el impacto de este conflicto también ha llegado a Latinoamérica, aunque sea por los problemas para importar grano.

Borrell, que ha explicado que tiene la doble nacionalidad española y argentina, considera que se ha formado una "tormenta perfecta" y que hay que recomponer los planos entendiendo la importancia de los cambios históricos que vienen. El alto representante diplomático ha recordado que la próxima cumbre UE-América Latina del mes de julio próximo, bajo presidencia española, será la primera desde el 2015: "En Bruselas celebramos cumbres con todas las partes del mundo cada fin de semana y no hemos hecho ninguna con América Latina en los últimos ocho años. Esta es una asignatura pendiente de que tenemos que aprobar cuanto antes mejor y con eso espero que se institucionalice un ciclo regular de reuniones con cumbre y ministeriales", ha añadido.

Por otra parte, Borrell ha participado este jueves en Barcelona, en una conversación con el director del CIDOB, Pol Morillas, y ha afirmado que la UE "tiene que abordar un proceso de rearme si quiere estar a la altura de los desafíos que tiene", y ha abogado por la coordinación entre países para conseguir realizarlo de forma armonizada. Ha argumentado que la guerra en Ucrania ha servido a la UE para darse cuenta de que es necesario este rearme, aunque ha añadido que la Unión también tiene "otros desafíos" en el mundo. Ha explicado que la industria europea de defensa está trabajando a plena potencia para renovar el stock de armas que se han destinado a Ucrania, y ha apostado por pensar en la capacidad defensiva del conjunto de la Unión: "Si eso lo hace cada país por su cuenta será un despilfarro de recursos", ha añadido.

Borrell no ve posible que exista un ejército europeo, pero ha destacado que se tiene que adelantar para hacer que la fuerza militar europea sea más potente, porque considera que ahora no lo es, y también ha asegurado que no es suficiente con tener el paraguas tradicional de Estados Unidos, porque habrá conflictos en los que los norteamericanos no querrán entrar. El jefe de la diplomacia europea también ha subrayado que Europa "no se embarcará en una carrera armamentística" con la Guerra de Ucrania, y ha añadido que la UE es un proyecto de paz y no una alianza militar. "Queremos tener capacidad de coordinación de nuestras fuerzas armadas, pero no tenemos que formar una OTAN europea", ha apuntado, pero a su entender sí hay que reconstruir el sistema de seguridad europeo como pasó con la OSCE al acabar la guerra fría.