El ministerio de Asuntos Exteriores, encabezado por Josep Borrell, se ha hecho un lío con la carta de protesta que tenía que hacer el Congreso español al Bundestag alemán por la moción que está debatiendo sobre una mediación de Alemania y la UE en el conflicto catalán, que intenta materializar desde hace semanas. Al final, todo ha acabado con un parche, con un texto que no ha firmado la actual presidenta del Congreso, Meritxell Batet, pero que igualmente la secretaria de España Global y colaboradora de Borrell, Irene Lozano, entregará mañana al legislativo alemán.

Desde el primer momento la moción que presentó el partido de izquierdas Die Linke ha causado desconcierto en Madrid. El ministerio de Asuntos Exteriores pidió hace tiempo al Congreso que protestara por carta ante el Bundestag, con el argumento de que el caso catalán es un asunto interno, pero la mesa de la cámara baja española, presidida entonces por Ana Pastor, se negó y argumentó que la competencia era del ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell.

Ante las presiones insistentes del ministerio, Pastor aceptó el pasado lunes, tan sólo un día antes de finalizar su mandato, firmar la carta y la envió a la embajada española en Berlín. Irene Lozano la entregará mañana al vicepresidente del Bundestag alemán, el liberal Wolfgang Kubicki, pero ya no tendrá valor diplomático efectivo, porque la presidenta del Congreso ya no es la popular Ana Pastor sino la socialista Meritxell Batet.

Obviando esta situación, Irene Lozano ha alabado la carta de Anna Pastor, por las "mentiras" que incluye a su entender la moción procatalana de Die Linke. Añade que no puede ser que se debata sobre Catalunya "en unos términos que ponen en duda la democracia y el Estado de Derecho de un país socio y amigo como el español", y lo interpreta como "una consecuencia del fenómeno de la desinformación".

Además de Kubicki, la agenda de Lozano en Berlín ha incluido reuniones con el primer secretario del Grupo socialista, Carsten Schneider, y con el secretario de Estado para Europa, Michael Roth, así como el portavoz del gobierno federal, Steffen Seibert. Según Lozano, sus interlocutores le han confirmado que no enviarán observadores internacionales a un país amigo, socio y aliado como es España. Ha añadido que sus interlocutores le han trasladado que en la sociedad alemana no existe conciencia de división en el seno de la sociedad catalana.

Lozano ha asegurado que quizás la moción no se llegará a debatir, aunque Die Linke afirma lo contrario.