El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha intentado rebajar la capacidad diplomática de Flandes y no ha dudado en compararla con la de Castilla-La Mancha. Borrell ha hecho mención de la petición que ha hecho Flandes al Gobierno belga para que llame a consultas a la embajadora española, después del conflicto que se ha creado por Catalunya.

"Flandes es una parte del reino de Bélgica. Es como si el presidente de Castilla-La Mancha convocara al embajador, no está en sus funciones", ha indicado Borrell. En realidad, sin embargo, Flandes no ha convocado a la embajadora, sino que ha trasladado la petición al Gobierno belga. Este se ha negado, argumentando que es un conflicto entre España y Flandes, pero ha dado un toque de atención al Gobierno español.

El conflicto ha estallado porque el Gobierno español retiró el status diplomático al representante del Gobierno flamenco a España, por el apoyo que ha expresado el Parlamento flamenco a la causa catalana.