La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha marcado el punto y final de la rueda de contactos que el president, Pere Aragonès, ha mantenido los últimos días con todos los grupos de la Cámara catalana. Borràs, que al acabar ha protagonizado una comparecencia en la sala de audiencias del Parlament, ha defendido el fondo creado por el gobierno para cubrir las fianzas del Tribunal del Cuentas a los responsables de la política exterior de la Generaltiat entre el 2011 y el 2017.

"El Govern ha hecho lo que tenía que hacer, proteger servidores públicos que han hecho su trabajo, de acuerdo con el mandato democrático," ha asegurado Borràs, que ha añadido que el hecho de que el Parlament tenga que ratificar la medida, reforzará la voluntad "de ir y caminar conjuntamente ejecutivo y legislativo".

Organismos inquisitoriales

Los dos presidentes han abordado este punto, según ha detallado Borràs, en el marco de la "crisis democrática que provoca la represión del Estado español". "El Estado español en lugar de fiscalizar la acción exterior de Catalunya, quizás tendría que fiscalizar la acción interior de sus organismos, que son más bien de naturaleza medieval i inquisitorial," ha advertido Borràs.

En opinión de la presidenta del Parlament, la acción de este órgano fiscalizador estropea el discurso de Pedro Sánchez sobre la democracia español, por lo cual advierte que "los conceptos grandilocuentes como concordia y magnanimidad cuando no van acompañados de actitudes, son sólo conceptos vacíos".

Conseguir la independencia

Borràs, que ha abordado con Aragonès la reunión que mantuvo la semana pasada con Pedro Sánchez en la Moncloa y la convocatoria de la mesa de diálogo, ha insistido ante el president de la Generalitat en su compromiso con la independencia.

"Le he recordado que presido un Parlament con 52% de los votos independentistas y tenemos este mandato de avanzar para alcanzar la plena libertad del pueblo de Catalunya y eso significa avanzar hacia la independencia", ha explicado.

En este marco, le ha reiterado que su voluntad es sacar adelante este proceso y "blindar la cámara catalana de cualquier tipo de injerencia por parte otros organismos". "Los únicos límites tienen que ser el con respecto a la voluntad expresada en las urnas por parte de los ciudadanos y la estricta obediencia a principios democráticos esenciales", ha remachado.

Reunión con los grupos

Después de los 100 primeros días a la presidencia del Parlament y después de las reuniones que ha mantenido con diferentes sectores, Borràs ha anunciado a Aragonès que iniciará una ronda de contactos para que los grupos recojan las sugerencias, quejas, propuestas de mejora, incluso reproches que algunos colectivos le han trasladado.

"Como siempre he defendido una manera de hacer política basada al escuchar ciudadanía, me propongo hacer de altavoz de estas audiencias, trasladando a los grupos qué iniciativas se podrían hacer", ha explicado.

 

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, a la galería gótica del Palau de la Generalitat / ACN