Del Palau de la Generalitat en el Parlament de Catalunya. Después de ser recibidos por el Consell Executiu en pleno en la galería gótica del edificio de la plaza Sant Jaume, los presos políticos se han trasladado al Parlament de Catalunya donde han sido recibidos por la presidenta, Laura Borras.

Ha sido un acto especialmente emotivo para la presidenta Carme Forcadell, que ha recibido hoy en el Auditorio del Parlament el calor no sólo de los diputados sino también de funcionarios de la Cámara. "Os tengo que confesar que me ha emocionado entrar en casa, en nuestra casa, porque esta es la casa de todos los ciudadanos del país", ha admitido Forcadell al tomar la palabra.

 

"La palabra tiene que ser libre"

Como ha hecho en el Palau de la Generalitat, ha insistido en que estos eran uno días de felicidad, pero de una felicidad incompleta, porque todavía hay exiliados y miles de represaliados. Igualmente ha insistido en atribuir su salida de la prisión a las victorias electorales del independentismo y a los éxitos judiciales y políticos en Europa.

Forcadell se ha comprometido a seguir luchando por el fin de la represión y ha dirigido un llamamiento a los diputados presentes, de Junts, ERC y la CUP. "La palabra tiene que ser libre", ha advertido por lo cual ha apelado a no permitir que entre la censura en el Parlament. "La palabra tiene que ser libre, Ha de continuar siendo libre en este parlamento", ha reclamado.

Seguían el acto de pie todos los presos políticos mientras que en la primera fila se sentaba parte de los consellers del Govern. Antes de comenzar, la presidenta del Parlament ha recibido en su despacho a Forcadell, al vicepresident Oriol Junqueras, a los consellers Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull, Quim Forn y Dolors Bassa, así como al presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, y el expresidente de la ANC y actual secretario general de Junts, Jordi Sànchez.

Al acabar se han dirigido al Auditorio del Parlament donde han sido recibidos entre aplausos, pero antes se han hecho una fotografía juntos en la escalera noble de la Cámara. "Os perdonan, porque tenéis, porque tenemos razón. Bienvenidos pues al Parlament", ha proclamado Borràs al intervenir en el acto.

 

"Que el límite sea la democracia"

"No os podremos resarcir nunca de vuestro dolor. Todos los ratos que os han robado. Pero vuestro dolor no dejaremos que sea en balde", ha proclamado Borràs.

Ha asegurado que la libertad de los presos políticos no es un punto de llegada sino un punto de partida y que el Gobierno tendrá que demostrar que "aprobó indultos por convicción no por obligación". "Hagámonos un propósito, que el diálogo sea franco y los límites no los marque la constitución, sino la democracia", ha reclamado.

Borràs se ha dirigido de manera especial a Forcadell a quien ha descrito como ejemplo. "Mi voluntad es continuar el trabajo allí donde la dejaste"; ha asegurado que los presos estaban hoy en el Parlamento porque no se han resignado. Ha asegurado que los presos políticos se han convertido en un símbolo que demuestra que "no se puede encarcelar el anhelo de libertad de millones de personas", pero también ha insistido en que la imagen que hoy ofrecían era incumpleta porque faltaban los compañeros que están en el exilio y en memoria de los cuales se han depositado lazos amarillos en algunas de las sillas.

Al acabar el acto, Junqueras ha sido el primero a abandonar el Parlament para dirigirse al consell nacional extraordinario de ERC, mientras el resto de los presos saludaban los presentes, y Sànchez se dirigía al grupo de Junts.

 

En la imagen principal, los presos políticos con la presidenta del Parlamento, Laura Borràs, en la escalera noble del Parlament