Decenas de personas se han concentrado en Berlín, ante la sede del Instituto Cervantes, protestando por la detención del rapero Pablo Hasél y en defensa de la libertad de expresión en el Estado español.

Los manifestantes llevaban una pancarta con una estelada, combinada con el morado de la bandera republicana española, con el lema "Libertad Pablo Hasél, libertad presos políticos". Una segunda pancarta afirmaba: "Stop a la censura en España. Libertad para todos los detenidos políticos".

Manifestación Berlín Hasél @antirepresiva

Manifestación en Berlín delante del Instituto Cervantes en protesta por el encarcelamiento de Hasél / @antirepresiva

La protesta ha tenido el apoyo del CDR de Berlín y de grupos antifascistas alemanes, que ya se movilizaron en el momento de la detención del rapero.

El caso Hasél ha tenido eco internacional, porque se acumula a los casos judiciales por cuestiones como la libertad de expresión, ya conocidos con los presos políticos y exiliados catalanes.

Los diarios The New York Times y Le Monde alertaron en medio de las protestas por la detención del rapero, que existe un problema de libertad de expresión en España, y coincidieron en recordar que se encuentra en una situación similar Josep Valtònyc, que está exiliado en Bélgica.

El diario americano informó de que "España tiene antecedentes de sentenciar personas por hacer comentarios [inconvenientes] en las redes sociales", y que la persecución se basa principalmente en la ley que prohíbe la apología del terrorismo. "Algunas de estas sentencias se han dictado contra usuarios de redes sociales jóvenes y desconocidos, pero otras se han dirigido a figuras más destacadas", indicó.

The New York Times recordó que, además de Hasél, está el caso de Valtònyc. "El rapero de nombre Valtònyc huyó en Bélgica en el 2018 después de que se le condenó a una pena de prisión por haber escrito letras de canciones que un tribunal encontró que eran apología el terrorismo e insultó a la monarquía" tildándola de ladrona, señalaba.

Por su parte, el diario francés Le Monde, muy acostumbrado a la actuación de los chalecos amarillos, utilizaba la palabra sobria de "tensiones" para describir los incidentes que se habían producido a Barcelona, y también en otras localidades como Madrid. Según el rotativo, Hasél se ha acabado convirtiendo en un símbolo de los problemas de la libertad de expresión en España, "después de que lo han condenado a nueve meses de prisión por insultar a la Corona y a las instituciones estatales y por apología del terrorismo".