La cohabitación entre el PSOE y Unidas Podemos sigue tensándose. Mientras la ministra de Defensa, Margarita Robles, defendía al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en la comisión de Defensa del Congreso de los Diputados; la titular de Derechos Sociales, Ione Belarra, señalaba en Mérida (Extremadura) a los servicios de inteligencia españoles por el CatalanGate: "Lo que sabemos hasta ahora de manera fehaciente, porque así lo ha confirmado el Ministerio de Defensa, es que parte del espionaje a los líderes catalanes, a representantes públicos, proviene del propio CNI", ha aseverado con contundencia la también secretaria general de Podemos. En opinión de Belarra, "el espionaje masivo a representantes públicos no tiene cabida y no es compatible con el estado de derecho" y se ha mostrado preocupada por el hecho de que "el Gobierno sea capaz de restablecer la confianza de la ciudadanía", que es "lo más importante".

 

En este sentido, la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 ha vuelto a reclamar que se depuren responsabilidades y ha vuelto a situar en el foco a Margarita Robles: "Nos tenemos que rearticular con urgencia, necesitamos que se asuman responsabilidades políticas urgentemente y necesitemos que se desplieguen los mecanismos necesarios a fin de que un hecho así no vuelva a ocurrir". "No se trata sólo de reestablecer la confianza de los socios parlamentarios, que es muy importante, sino especialmente de los ciudadanos del país", ha apuntado. En todo caso, sobre el espionaje a los teléfonos móviles del presidente del ejecutivo estatal, Pedro Sánchez, y la titular de Defensa, Margarita Robles, Ione Belarra ha precisado que "no se sabe de dónde viene", manteniendo lo que ha aseverado Félix Bolaños, y ha planteado que "el ataque que ha recibido el presidente Sánchez y el que han sufrido los políticos catalanes no tiene por qué tener el mismo origen".

Preguntada por si tendría que dimitir la directora del CNI, Paz Esteban, la líder de la formación morada ha replicado que "la situación es enormemente grave", que lo que "está en juego es la democracia" y que por eso es "muy urgente" que se depuren responsabilidades. "Creo que todo el tiempo que transcurra sin la asunción de estas responsabilidades políticas hace que se acentúe la desconfianza de la ciudadanía, que es lo que más me preocupa a mí". Desde el punto de vista de Belarra, "hace falta que nuestro Gobierno haga políticas progresistas, políticas valientes que demuestren que nos tomamos en serio la profundización y limpieza democrática. En este sentido, no puede quedar ningún tipo de duda sobre la actuación del Estado en esta cuestión", ha subrayado. Sobre si ha entregado su teléfono móvil a fin de que lo revisen y se compruebe si ha sufrido algún hackeo, la ministra de Derechos Sociales sólo ha explicado que ha contactado con todos los ministros para "llevar a cabo las indagaciones necesarias en los próximos días".

Robles lo vuelve a justificar: "Situaciones de violencia para las personas"

Este miércoles por la mañana, la ministra Margarita Robles ha comparecido en la comisión de Defensa, pero las explicaciones, nuevamente, han sido irrisorias. Robles se ha amparado en la ley de secretos oficiales y ha pasado al ataque. La ministra de Defensa ha arremetido contra el independentismo para hacer "insinuaciones sin pruebas" y ha vuelto a justificar el espionaje: "El estado de derecho vive situaciones de violencia para las personas que quizás son constitutivas de delitos". "Hubo barricadas, se cortó el aeropuerto del Prat. Por suerte, tenemos un marco constitucional que nos permite defender todo, pero de acuerdo con la ley. Algunos comparecen ante la justicia y tienen el coraje democrático de asumir el procedimiento judicial, otros no lo han tenido", ha señalado. Sobre el papel del CNI, Robles ha querido "recordar" que tiene "la limitación de no poder explicar cosas que mañana jueves explicará la directora del CNI". De hecho, ha dicho de Paz Esteban que "ha tenido que soportar estoicamente todas las elucubraciones contra un organismo que no se puede defender". "Me siento orgullosa de España, de sus funcionarios públicos que cumplen la legalidad", ha declarado en referencia a los "3.000 hombres y mujeres" que trabajan en el CNI.