La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, ha comparecido este lunes para "expresar el acatamiento y el respeto a la decisión del Tribunal Constitucional", que pone freno a la reforma judicial, que tenía que votarse en el pleno del Senado. Batet ha hecho estas declaraciones en el marco de una comparecencia desde el Congreso, donde ha recordado que la decisión del Constitucional es un hecho sin "precedentes" en la democracia española. La presidenta del Congreso ha destacado que hasta ahora "no se había experimentado la posibilidad de una actuación suspensiva de una función constitucional básica como es el debate parlamentario y la potestad legislativa", recogida en el artículo 66 de la Constitución ha recordado. Batet ha adelantado que desde el Congreso aspiran a ser "escuchados" por parte del Constitucional, dónde presentar sus "argumentos para defender la autonomía parlamentaria".

Batet ha enmarcado la decisión en un escenario de "bloqueo de las instituciones" y ha advertido del "peligro de una potencial deslegitimación del sistema democrático" ante una situación compleja. Sin embargo, Batet ha remarcado la lealtad de la institución a todos los poderes del Estado y ha remarcado que las actuaciones del Congreso han seguido siempre la guía de la Constitución con un cumplimiento leal del reglamento. "El Congreso, para ejercer sus competencias, interpreta la Constitución, pero en nuestro sistema constitucional la última palabra la tiene el TC", ha destacado.

"Profunda preocupación" por el "cambio de la forma de proceder"

"Con la decisión conocida hoy -ha avisado Batet- es posible que la interrupción del ejercicio de la potestad legislativa esté al alcance de un solo diputado en interponer un recurso de amparo. Este cambio de la manera de proceder seguido hasta ahora produce una profunda preocupación, desde el punto de vista del correcto funcionamiento del poder legislativo y del ejercicio de sus facultades constitucionales”.

Y ha añadido: "En el marco de los entes sobre las relaciones entre las Cortes Generales y el Tribunal Constitucional en los últimos cuarenta años, no se había experimentado o contemplado la posibilidad de una actuación suspensiva del ejercicio de una función constitucional básica en una democracia" como es el debate parlamentario y la potestad legislativa, reconocida en el artículo 66 de la Constitución".

En este contexto, ha puesto de relieve que la "norma suprema", a través de diferentes previsiones, "garantiza y preserva el proceso de libre formación de la voluntad de los órganos legislativos mediante el debate, la deliberación y la votación. Sin interferencias" y que este "es un principio que ha regido siempre, hasta ahora, la convivencia de nuestro modelo de justicia constitucional con el ejercicio de la soberanía popular a través de las funciones atribuidas a las Cortes Generales".

Llegados a este punto, Batet ha remarcado que "la actuación del Congreso de los Diputados no puede ser sino una: la del cumplimiento de la decisión del Tribunal Constitucional". Si bien ha dicho esperar que "lo antes posible" la Cámara espera ser "escoltada" y poder presentar ante el TC sus "argumentos para defender la autonomía parlamentaria y las funciones del poder legislativo".