Después de que la derecha haya conseguido mayoría absoluta en el Parlamento andaluz, los dos principales partidos que la lideran se ven legitimados para gobernar en Andalucía. Los dos se reclaman mutuamente que el otro les reconozca como vencedores a su manera: el PP ha perdido a 7 diputados pero ha conseguido evitar el sorpasso de Ciudadanos, mientras que los naranjas han ganado 12 escaños pero se tienen que conformar con una tercera plaza.

Ciudadanos argumentaba esta mañana, de boca de su secretario general José Manuel Villegas, que la fuerte subida de la formación merece que el PP y el PSOE no "bloqueen" su investidura. "No puede liderar Andalucía un partido que ha perdido la mitad de sus votos y está corroído por la corrupción", argumenta el candidato, Juan Marín, que aseguró desde el primer momento que piensa presentar su propuesta de gobierno en el Parlamento. "Haremos todo lo posible para el cambio", aseguran, prometiendo un cambio "sensato, moderado y dentro de la Constitución".

Por otra parte, sin embargo, no se cierran a llegar al poder aunque sea con el apoyo de la extrema derecha de Vox. Esta posibilidad les ha permitido, además, empezar un chantaje hacia los socialistas: "Nosotros intentaremos llegar a acuerdos con el PP, y a partir de aquí el PSOE que decida", decía esta mañana Marín, responsabilizando de alguna manera a Susana Díaz en caso de que acaben pactando con la formación ultra.

pablo casado juanma moreno / EFE

El PP se reivindica y abre la puerta a Vox

Desde el PP lo ven muy diferente. Plantean las elecciones de ayer como un "referéndum" entre cambio o continuidad, dónde ha ganado la primera opción. Aunque esta victoria no haya tenido nada que ver con los populares, que han sufrido una sangría de votos hacia Cs y Vox, reivindican su segunda posición. "Si los andaluces no quisieran que lideremos el cambio, no seriamos ahora a los líderes del centro derecha", defendía esta mañana el candidato Juanma Moreno.

El presidente del PP, Pablo Casado, ha leído los resultados de Andalucía en clave nacional como una pérdida de legitimidad del gobierno de Pedro Sánchez. "Después de perder su principal feudo electoral, lo que le queda es una respiración asistida por parte de Podemos", ha criticado, exigiendo a Sánchez que convoque elecciones anticipadas. Casado también ha empezado a allanar el camino para un futuro pacto con Vox, blanqueando la formación comparándola con Podemos que "está gobernando y es el partido más radical que ha habido en la democracia española". "Vox no ha gobernado nunca, tendremos que ver qué plantea", pedía.

Un PSOE deshecho y con pocas opciones

El único partido que sí ha cerrado la puerta frontalmente a un pacto con Vox es el PSOE. "Yo llamaré a todo el mundo menos a Vox", ha asegurado Susana Díaz este mediodía. Los socialistas también aceptan que toca hacer autocrítica pero eso no los echa atrás de presentarse como posibles líderes de gobierno. "Somos la fuerza más votada e intentaremos liderar la solución", insistía el ministro José Luís Ábalos.

susana diaz psoe - efe

Piden no excluir la posibilidad de reeditar el pacto PSOE-Cs, aunque no sería una opción muy viable teniendo en cuenta que su ruptura propició el adelanto electoral. En cambio, los socialistas se han desvinculado de la posibilidad de facilitar un gobierno de Cs para evitar que estos pacten con la extrema derecha. "No es nuestra responsabilidad. Si están dispuestos a acceder en el gobierno con la extrema derecha, quizás 'regeneración' y 'reconquista' son lo mismo", ha criticado Ábalos relacionando los lemas de los dos partidos.

Vox, encantados

Quien está encantado con esta situación es el propio Vox que ya ha adelantado que no bloqueará un posible gobierno de derechas en Andalucía. Sin embargo, no han querido hablar más concretamente de pactos y han recordado que no les corresponde a ellos empezar las conversaciones. Quien quiera sus votos, que les llame y, a partir de aquí, ya decidirán.

Así pues, se abre una etapa en que las izquierdas han quedado prácticamente fuera de juego y los dos partidos de derechas se tendrán que poner de acuerdo -y, posiblemente, pactar con Vox- si no quieren llevar a la comunidad a una repetición de elecciones. La próxima parada será el 27 de diciembre, día en que se constituirá el Parlamento, primer paso del periodo de negociaciones entre los grupos para intentar formar gobierno.