El monotema en Madrid es ya, claramente, el indulto a los presos políticos catalanes. Faltan sólo cuatro días para la nueva manifestación de Colón, que volverá a reunir a las tres derechas para la fotografía. Este clima se ha trasladado de nuevo este martes al Congreso de los Diputados. Hasta siete preguntas han acabado derivando hacia la medida de gracia. El Partido Popular, siguiendo la estela de Vox, ha ido con todo. Y, en ausencia de Pedro Sánchez por viaje internacional, se han encontrado enfrente a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, que les ha desafiado: "Si son valientes, recojan firmas en Catalunya".

De hecho, la campaña de recogida de firmas contra los indultos ha tenido lugar sobre todo en España, donde los populares dicen haber superado ya el umbral de las 100.000 rúbricas. En Catalunya, pocas mesas petitorias se han visto. No fue hasta ayer que sacaron una pequeña ante la sede del PPC, en la calle Urgell de Barcelona. Dentro de la sucursal catalana de la formación hay un silencio autoimpuesto.

En Madrid, en cambio, nada de silencio. La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, ha preguntado al Gobierno "por qué acepta como interlocutor a un condenado por sedición y malversación", en referencia a Oriol Junqueras. "Le pido que lo explique, si es que puede", le ha reclamado la dirigente conservadora. Lejos de creerse las palabras del líder de ERC, Gamarra ha rebatido que "las cartas son la prueba de su perseverancia", que "volverán a delinquir". Y ha remachado: "Los españoles no quieren una justicia pisoteada por un gobierno, ni un gobierno aliado con delincuentes".

La respuesta ha ido a cargo de Carmen Calvo, que les ha puesto un reto si son tan "valientes": que recojan firmas en Catalunya y miren a la cara a "independentistas y no independentistas". La vicepresidenta primera española ha recurrido al argumentario de los últimos días. Ha reprochado a los populares que no tienen "ningún proyecto" ni alternativa, y que "por eso van a la plaza de Colón a seguir enfrentando España y Catalunya". Y ha concluido pidiendo un poco de calma: "No nos ayudan, pero déjenos un poco de tranquilidad con respecto a la población a quién ustedes inquietan con su corrupción y con su bronca. Colón es la nadería, es la impotencia".

La dirigente socialista también se ha enfrentado a la extrema derecha por esta cuestión. El portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, ha acusado a La Moncloa de, literalmente, "pactar con el diablo", de "pactar con Bildu e indultar asesinos. Calvo directamente ha reprochado las mentiras de la formación ultra: "Dejen de mentir e inquietar a los españoles".