El periodista Antonio Baños ha dejado en ridículo la indignación que Podemos ha expresado a la red por el retorno del rey fugado, Juan Carlos I, a España, y le ha recordado con ironía que forma parte del Gobierno. "Cualquier persona que volviera a nuestro país con el historial del rey Juan Carlos I sería detenido sólo cruzar la frontera y sería llevado ante la Justicia. La Justicia no es igual para todo el mundo. La monarquía es una institución diseñada para delinquir", ha manifestado Podemos, como si fuera un partido de la oposición. "Ojalá algún día lleguen al gobierno", les ha deseado Baños de forma sarcástica. Y ha lamentado que eso ya sea el "capítulo XXXVIII" de que hacen ver que no están en el ejecutivo de Pedro Sánchez. Lo que es un hecho es que ya no gritan "sí se puede".

Mientras tanto, el rey fugado ha llegado esta tarde a Galicia, en lo que es la mayor operación de imagen que ha realizado la monarquía española desde el intento de golpe de Estado del 23-F. Después de que la Justicia española ha desactivado las 3 investigaciones que perseguían al rey emérito por comisiones irregulares, y sólo queda la denuncia que presentó Corina Larsen, la Zarzuela ha preparado una estudiada rehabilitación social de Juan Carlos I por etapas, a fin de que la población española lo asimile. El despliegue televisivo en esta primera etapa es masivo, y se usan todo tipo de técnicas sensibleras. Tal como estaba previsto, el rey emérito ha llegado hacia las 19:15 de la tarde al aeropuerto de Vigo en un jet privado procedente de Abu Dhabi, y ha sido recibido por la infanta Elena. Desde allí se ha trasladado a la localidad de Sanxenxo, para hospedarse en casa del empresario Pedro Campos en un lugar denominado Nanín.

La visita del rey fugado no tiene nada de privada, y prueba de eso es que mañana se prevé una comparecencia. Al mediodía se celebrará un acto de bienvenida en el Club Náutico de Sanxenxo, donde ya se ha anunciado que lo recibirán sus amigos y el alcalde de la localidad de Pontevedra, Telmo Martín. Si por alguna cosa peligra la operación de imagen de la monarquía española para rehabilitar a Juan Carlos, es para desbordarse por un exceso de cara. La excusa del emérito para empezar a suspender su fuga es participar en la Copa de España de la competición de vela clase 6 m, que se celebra desde el viernes en la localidad gallega. La otra parte importante de este viaje de cinco días es que el emérito se verá el lunes con su hijo, Felipe VI, en Madrid. Ya estuvieron cerca de verse este último fin de semana, cuando el actual Rey hizo a una visita relámpago a Abu Dhabi (donde vive su padre) a raíz de la muerte del presidente de los Emiratos Árabes Unidos. No se llegaron a ver, pero sí que hablaron por teléfono y acordaron el retorno de Juan Carlos.