Aunque no estamos en la época del primer templo de Jerusalén, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha jugado hoy a hacer de profetisa, y ha pronosticado cuándo retrocederá la ómicron. "Bajará en cuestión de días", ha indicado. "La variante es muy explosiva en el contagio pero también en la caída de los casos", ha argumentado.

En declaraciones a los periodistas después de visitar el municipio de San Martín de Valdeiglesias, Ayuso ha indicado que no pueden lanzar una fecha concreta de cuando remitirá la variante ómicron, pero que están vislumbrando que empieza a bajar a la misma velocidad con que ahora se contagia.

Ayuso ha aprovechado para criticar las medidas adoptadas por el Gobierno español, centradas en la mascarilla en la calle, y las de otras autonomías. "Los cierres como hemos visto no sirven de nada. Con la borrasca Filomena el virus subió en la Comunidad y los lugares abiertos son los más seguros", ha defendido.

Con respecto a si la celebración de las campanadas con las uvas se tienen que mantener en la Puerta del Sol, Ayuso ha propuesto tener en cuenta si las reuniones de personas en sitios cerrados donde no hay ventilación y no se regenera el aire son el lugar adecuado, o si más vale el aire libre, donde está demostrado que "con mascarillas no hay situación de peligro".

El ejemplo francés

 

Mientras tanto, el primer ministro francés, Jean Castex, ha anunciado la obligatoriedad de teletrabajar 3 días a la semana a partir de ahora a causa de la nueva ola de coronavirus con la variante ómicron, que a su entender coexiste con la delta. Castex ha recomendado que los que puedan teletrabajen 4 días a la semana, y sólo ha excluido de esta norma los trabajos que por su naturaleza sean incompatibles con la medida, que se aplicará durante tres semanas.

El primer ministro francés ha comparecido esta noche en rueda de prensa, para anunciar las nuevas medidas que ha tomado el gobierno. Y entre estas también ha citado la prohibición de beber y comer en cines y teatros, y también en los transportes -incluidos los de largo recorrido-, para evitar que la gente se saque la mascarilla. Igualmente a partir del 3 de enero, después del Fin de Año, quedará prohibida la consumición de pie en cafés y restaurantes. Tampoco se permitirán los conciertos con la gente de pie.

En cambio, Castex ha anunciado que no se prevé ningún toque de queda para Fin de Año. Eso sí ha recordado que durante 3 semanas las grandes concentraciones de personas, y con medidas, sólo serán permitidas para 2.000 personas en un interior, y 5.000 en el exterior.

También ha descartado la obligatoriedad de la mascarilla en la calle en todo el país, y la ha limitado a los centros de la ciudad. La escuela, en cambio, abrirá normalmente el 3 de enero, como es habitual en Francia después de las vacaciones navideñas.