"No dar por bueno el silencio". Es la máxima que ha empujado a Esquerra Republicana y Junts per Catalunya a pedir un pleno extraordinario en el Ayuntamiento de Barcelona para reclamar al Congreso que abra una comisión de investigación sobre la conexión entre el cerebro de los atentados del 17-A, el imán de Ripoll, y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

En una comparecencia conjunta, los concejales independentistas Elsa Artadi (JxCat) y Jordi Coronas (ERC) han dejado claro que este movimiento no responde a que se abonen a "ninguna teoría de la conspiración", sino que simplemente se trata de pedir que "se pongan encima de la mesa todos los elementos porque la ciudadanía tiene derecho a saber si era inevitable, si ha habido errores no intencionados que lo habrían podido evitar o si incluso ha habido negligencia".

Los dos grupos han querido destacar que la apertura de comisiones de investigación para poner luz a un atentado terrorista es una práctica habitual en el resto de Europa. Asimismo han dejado claro que eso no significa que se desprecie la que se está llevando a cabo en el Parlament de Catalunya, pero señalan que "el marco donde se tendría que hacer es en el Congreso".

ERC y JxCat interpelan directamente a la alcaldesa Ada Colau para que sea ella quien "lidere esta petición al Congreso", porque la preocupación existe.

Para forzar la celebración de un pleno extraordinario es suficiente con 11 ediles -ERC y JxCat llegan de sobra-. De momento, no hay fecha concreta de convocatoria.