Hasta 10 asientos vacíos este lunes por la mañana durante el pleno extraordinario para exigir al Congreso una comisión de investigación sobre los atentados del 17-A en Barcelona y Cambrils. La iniciativa, impulsada por ERC y Junts per Catalunya, ha salido adelante con los votos de los dos partidos independentistas y también de los Comunes. Ha sido la primera división de los socios de gobierno ya que el PSC se ha opuesto, junto con Cs, Valls y el PP.

Entre los ausentes, la propia alcaldesa Ada Colau, que se ha cogido unos días de vacaciones, y Joaquim Forn, en la prisión de Lledoners y a a quién la justicia no permite asistir a los plenos municipales aunque tomó posesión del acta de regidor y no se le ha suspendido.

ERC y JxCat han explicado que han forzado este pleno no para sumarse a ninguna teoría de la conspiración, sino por "responsabilidad democrática", tras las revelaciones del diario Público que apuntan a una relación entre el CNI y Abdelbaki Es Satty, el imán de Ripoll y supuesto cerebro de los atentados, que según las informaciones habría sido confidente de los servicios secretos del Estado. La propuesta aprobada insta a investigar la relación de Es Satty con los cuerpos de seguridad e información del Estado, así como a esclarecer las dudas generadas entorno al atentado. 

El Congreso de los Diputados ha rechazado hasta dos veces la creación de una comisión de investigación para poner luz a las sombras que se ciernen sobre el 17-A. Y nada hace pensar que eso tenga que cambiar, teniendo en cuenta que hasta ahora el PSOE, el PP y Cs han ido a la una. Elsa Artadi (JxCat) y Jordi Coronas (ERC) han señalado la diferencia que eso supone en relación a otros países europeos como son Francia, el Reino Unido, Bélgica o Alemania, que sí que han organizado comisiones de investigación después de haber sufrido atentados terroristas.

Al ver que faltaban un grueso importante de concejales, especialmente de Barcelona en Comú, Cs ha pedido que la votación fuera nominal. Finalmente, 16 ediles (de ERC, JxCat y Comunes) han votado a favor y 15 en contra (PSC, Cs, Barcelona por el Cambio y PP). Por lo tanto, cuando no hace ni un mes que ha empezado a andar, los socios del gobierno municipal, PSC y Barcelona en Comú, han vivido la primera división interna.