La mano derecha de Josep Lluís Trapero, que dirigió el cuerpo cuando destituyeron al major, negó la intervención política en los dispositivos de los Mossos para el 20-S y el 1-O. Ferran López expone con detalle cómo se había diseñado todo el dispositivo, con el que Diego Pérez de los Cobos estaba de acuerdo y que nunca objetó.

Durante una declaración de tres horas en el Tribunal Supremo, López explica tanto las reuniones con el president Carles Puigdemont, el vicepresident Oriol Junqueras y el conseller de Interior, como la puesta en práctica del dispositivo y las reuniones que De los Cobos anuló sin avisar.

Ferran López explica claramente cómo nunca se recibió ninguna orden del conseller de Interior, Joaquim Forn, ni del Govern. De hecho, explica que con el cambio de Jordi Jané por Joaquim Forn no hubo ningún cambio de directrices con respecto a las actuaciones que tenían que hacer los Mossos respecto del proceso independentista. Y observan como todas las decisiones se tomaron de manera consensuada entre los comisarios de la prefectura.

Ferran López hace una narración detallada de los días previos al 1-O y el mismo día de votación. Explica que los mandos de la prefectura de los Mossos mostraron su preocupación en dos reuniones Una el 26 de septiembre y otra el 28. En las dos se muestran preocupados por lo que podía pasar a causa de la tensión que había, y en la segunda piden explícitamente que desmarquen los Mossos de la acción política porque algunas de las últimas declaraciones que han hecho llevan al equívoco. Quieren que quede claro que no hay ninguna participación de los Mossos en el 1-O y que cumplirán las órdenes judiciales.

El dispositivo se monta ya bajo la supervisión de Diego Pérez de los Cobos. Y se diseñan dos fases. La primera prevé la intervención de los Mossos d'Esquadra en todos los centros de votación, 2.300 puntos en total. La segunda, que en casos de hostilidad, sean los Mossos los que requieran la presencia de la Guardia Civil y el CNP, que en aquel momento tenía muchos más efectivos en Catalunya que los Mossos, que no sumaban más de 1.000 agentes de orden público.

Días antes, los Mossos ya levantan actas y trasladan requerimientos. Se levantan 7.000 actas. La policía catalana espera que esta acción disuada de abrir los puntos de votación. Pero la mañana del 1-O la realidad es otra.

"No fue una inacción", dice López, que explica que numéricamente era imposible establecer un perímetro de 100 metros en cada colegio. "Se hizo un esfuerzo que no tiene precedentes", explica el comisario para rebatir la inacción de la que se acusa a los Mossos. De hecho, expone que hubo más efectivos que por la visita del Papa en Barcelona y que se dio una cobertura de 92.000 horas, con 7.000 agentes. "No pudimos hacer nada más", concluye.

López revela algunas informaciones inéditas hasta ahora, como que a las 12 del mediodía del 1-O se le comunica al major Josep Lluís Trapero que hay un cambio de planes y que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado actuarán por su cuenta. De hecho, ya lo estaban haciendo.

El día del referéndum había cuatro reuniones previstas. A las 10 h, las 13 h, las 16 h y las 19 h. Cuando Ferran López llega a la Delegación del Gobierno a las 10 h, se encuentra solo y le comunican que las reuniones no se harán y que se comunicarán por teléfono. Según López, no dan argumentos y llegan a decir que se han despistado.

López explica que en todo momento Diego Pérez de los Cobos estuvo al corriente de cuál sería el dispositivo de los Mossos y que nunca le comunicó desconfianza ni hizo cambiar ninguna previsión de la policía catalana. De los Cobos hizo un informe posterior al 1-O donde denunciaba la inacción de los Mossos d'Esquadra que va contra todo el cuerpo y que sirve de prueba contra el major Josep Lluís Trapero.