Primera victoria, aunque parcial, de Isabel Díaz Ayuso. La sala contenciosa-administrativa de la Audiencia Nacional ha estimado la medida cautelarísima solicitada por el gobierno madrileño y ha suspendido provisionalmente las medidas del Ministerio de Sanidad relativas al ocio nocturno. La decisión llega horas después de que la Puerta del Sol anunciara un recurso ante los tribunales. Se trata de una suspensión provisional mientras se resuelve el fondo.

Este lunes al mediodía, la misma Ayuso ha anunciado en su cuenta de Twitter que habían presentado un recurso en la Audiencia Nacional "contra las normas que el gobierno de Sánchez quiere aplicar en Madrid". La dirigente conservadora denunciaba que "son arbitrarias y atentan contra el sentido común e interés de los madrileños". Y añadía en este sentido: "Para seguir arruinando a la gente, que no cuenten conmigo".

Y la sala contenciosa-administrativa ha aceptado la suspensión cautelarísima, es decir, sin escuchar a las partes. El auto concede un plazo de tres días a la Administración General del Estado para presentar alegaciones y tramitar la pieza de medidas cautelares.

Para suspender cautelarmente la aplicación de las medidas, el tribunal argumenta que la administración del Estado "no sufre riesgo apreciable", mientras que "el interés público que alega la Comunidad Autónoma está más necesitado de protección cautelar urgente en este momento procesal". Y justifica: "Si no se adoptara ahora la medida cautelarísima, y se esperara a la adopción de una medida después de la tramitación ordinaria de la pieza separada de medidas cautelares, el escenario de incertidumbre se vería seriamente agravado y perjudicado si se admite un cambio en el nivel de restricciones".

Acuerdo sin unanimidad

Aunque la ministra aseguró que el texto fue aprobado por la mayoría del Consejo Interterritorial, los gobiernos autonómicos de la Comunidad de Madrid, País Vasco, Catalunya, Galicia, Andalucía y Murcia votaron en contra de las propuestas del ministerio. El borrador de Sanidad también se encontró con la abstención de Castilla y León y de la ciudad autónoma de Melilla. De hecho, tanto la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso como el lehendakari Íñigo Urkullu avisaron la semana pasada que no aplicarían estas medidas.