Luis Bárcenas está, estos días, de plena actualidad. Esta semana ha empezado el segundo juicio al que se enfrenta. Pero el primero, por el que fue condenado a 29 años de prisión, vuelve hoy a la actualidad. Se trata de la pieza de la primera época de la Gürtel. Ha vuelto porque la Audiencia Nacional ha fijado la pena máxima de prisión que tendrá que cumplir: un total de 12 años. Lo mismo ha hecho con su mujer, Rosalía Iglesias, que tendrá que cumplir un máximo de siete años y medio de prisión.

En un auto este miércoles al mediodía, el tribunal que juzgó la causa ha fijado, en el trámite de ejecutorias, que la pena máxima del extesorero del PP sea de 12 años de prisión. Es el triple de la pena más alta impuesta, la de blanqueo de capitales y delito contra la Hacienda Pública. Las dos están penadas con cuatro años de privación de libertad. De acuerdo con la doctrina del Supremo, la Audiencia Nacional también compensa las comparecencias a los juzgados cuando estaba en libertad provisional: 15 días por las 154 comparecencias. Y le compensa 22 días por los 44 meses de retirada de pasaporte.

Con respecto a Rosalía Iglesias, la sala de la Audiencia Nacional establece la pena máxima a cumplir en siete años y seis meses. Es el triple de la pena más alta, la del delito de blanqueo de capital. En el caso de la mujer de Bárcenas, le compensan seis días por las 57 comparecencias y quince días más por los 30 meses de retirada del pasaporte.

Los dos autos señalan que, en virtud del artículo 76 del Código Penal, el cumplimiento efectivo de condenas no puede superar el triple del tiempo por la mayor pena que se impone.

Segundo juicio aplazado

Estaba previsto que hubiera sesiones del juicio de los papeles de Bárcenas del lunes al jueves en la Audiencia Nacional. Finalmente, sin embargo, ayer fue el último día de esta semana. El tribunal que preside la vista oral ha aceptado aplazarlo, como había pedido la defensa de Cristóbal Páez, exgerente del PP que se encuentra confinado por haber dado positivo en coronavirus. Todo esto ha impedido la declaración del principal acusado, el extesorero Luis Bárcenas, en plena campaña electoral catalana. Una circunstancia que, después de los daños ya sufridos, los populares querían evitar, costara lo que costara. El próximo lunes se valorará si se reanuda.

En su escrito a la Fiscalía Anticorrupción la semana pasada, Bárcenas relataba cómo el partido conservador se financió ilegalmente durante casi tres décadas, entre los años 1982 y 2009. Lo hacía a través de donaciones de empresas –que sobrepasaban los límites legales de la ley de partidos– y algunas de estas tenían contraprestaciones a cambio de suculentos contratos públicos. Y señalaba directamente al expresidente Mariano Rajoy, que lo sabía todo.