Después de que ayer el expresident Artur Mas asegurara por activa y por pasiva al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena que, aunque "el 1-O era una realidad, el 27-O fue simbólico", hoy se ha plantado a El món a RAC1 y ha justificado que la declaración unilateral de independencia (DUI) fuera "simbólica" bajo el argumento de que "en el mundo de la política, no se tiene que confundir mentira con exageración".

Precisamente en este sentido, Mas ha querido pedir a la ciudadanía que "no exageremos la declaración de independencia del 27-S" porque, ha insistido, "fue una resolución parlamentaria simbólica" y ha pedido al conductor del programa, Jordi Basté, que "no ponga [la DUI] en el terreno del engaño" porque, ha reiterado, "en la política, a veces un argumento se exagera o se hincha".

Sin embargo, presionado por Basté, que no dejaba de preguntarle por la gente que se lo creyó, el expresident ha acabado admitiendo que, visto así, "puede llegar a ser un engaño", pero ha pedido "respeto" por las personas imputadas porque, si dan los argumentos que dan ante la justicia, es porque "se están jugando mucho" y eso, ha subrayado, "no es ninguna broma".

'Ni un paso atrás'

Partiendo de la premisa de que "se tenía que llegar hasta al máximo simbolismo", Mas ha puesto encima de la mesa que el famoso 'ni un paso atrás' "fue verdad, pero eso no significaba hacer funcionar la República" y ha recordado que eso ya se sabía.

Justamente por eso, ha vuelto a asegurar en relación a la DUI que "yo no aconsejé hacer lo que se hizo", todo y que sí que ha admitido que "en la victoria del 1-O todos podíamos defender nuestra posición". Lo que él hubiera hecho, no era declarar la independencia inmediatamente, sino que, según ha querido hacer saber, lo que hubiera sido ideal es "explotar la victoria durante unos meses".

Ahora bien. Mas ha defendido la actuación del president Carles Puigdemont recordando que "cuando vio que aunque convocara elecciones se aplicaría el 155, cambió de opinión" porque, en caso de que lo hubiera hecho y hubiera convocado el los comicios y los de Mariano Rajoy hubieran salido igualmente adelante con la aplicación de la Constitución española, "hubiera sido un error" y "el ridículo sería espantoso".

A prisión (sin DUI)

Igualmente, sin embargo, aunque no se hubiera proclamado la DUI, Mas tiene claro que habrían ido igualmente a la prisión porque, de hecho, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart ya estaban antes del 27-S.

Sobre la decisión de Anna Gabriel y los otros consellers que se han exiliado en Suiza y Bruselas respectivamente, el expresident ha querido dejar bien claro que "tenemos que poder aceptar que cada persona tiene su situación personal y respetarlo, lo compartimos o no" porque se los tiene que respetar. Pero con Puigdemont es diferente. "He defendido desde el primer momento que esté en Bruselas porque sabe que irá a la prisión", ha puesto de relieve, al mismo tiempo que ha recordado que Puigdemont, a diferencia del resto, sólo pisar territorio español, iría de cabeza a la prisión.

Esta es una manera de internacionalizar el proceso. Pero hay que ir con cuidado. Según Mas, "cuando convertimos el derecho a decidir en la independencia, se pierden aliados".

Puigdemont, ¿president?

Aunque Mas ha soltado que "no le diré a Puigdemont que dé un paso en el lado porque yo he sido president y sé que hay decisiones que sólo las puede tomar una persona" , el expresident ha reafirmado que, al mismo tiempo, "Puigdemont tiene toda la razón para pedir ser investido porque se presentó a unas elecciones" y ha predicado por un "Govern cuanto antes mejor y con el president Puigdemont".

Aparte de eso, también ha admitido que "el 27-S quedó claro que no podíamos proclamar la independencia, pero nos permitía continuar en el camino", aunque ha querido hacer abrir los ojos a según quién poniendo de manifiesto que "la consecuencia del no diálogo con el estado español llevó hacia la unilateralidad".

Y es que, según ha dicho, los de Mariano Rajoy y su justicia "se piensan que somos unos pocos que nos hemos dedicado a manipular a todo el mundo para convertir la salida de la gente de la calle en un elemento de coacción contra el estado español".