El expresident de la Generalitat Artur Mas ha inaugurado hoy en Montoliu de Lleida (Segrià) una calle dedicada al 9-N. Lo ha hecho acompañado de la consellera de Agricultura, Meritxell Serret, y de los otros imputados por la celebración del proceso participativo: la exvicepresidenta Joana Ortega y los exconsellers Francesc Homs y Irene Rigau.
Durante la inauguración, Mas ha defendido que "el 9-N fue el mayor desafío democrático que ha hecho Catalunya en las últimas décadas, y lo ha ganado". Para Mas, "el 9-N demuestra que cuando utilizamos las cartas cívicas, democráticas, de unión política e implicación ciudadana es cuando ganamos".
Mas también se ha referido irónicamente al hecho de que se trate de un callejón sin salida, asegurando que "no tiene entrada para nuestros enemigos". El actual presidente del PDECat también ha sido recibido en el Ayuntamiento de Montoliu, donde ha firmado el libro de honor.
Proceso judicial por el 9-N
Cabe recordar que el pasado 13 de octubre el juez instructor del caso del 9-N abrió juicio oral contra el expresident de la Generalitat Artur Mas, la exvicepresidenta del Govern Joana Ortega y la exconsellera de Ensenyament Irene Rigau por los delitos de desobediencia al Tribunal Constitucional y prevaricación administrativa. Ahora esperan, por lo tanto, fecha de juicio en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. El juez descartó el delito de malversación de fondos públicos, el único que podía implicar penas de prisión. La Fiscalía Superior de Catalunya pide diez años de inhabilitación para Mas y nueve para Ortega y Rigau por la organización del proceso participativo del 9-N, Mas como autor de los delitos y las exconselleres como cooperadoras necesarias.
En cuanto a Francesc Homs, el pleno del Congreso votará el próximo martes, 22 de noviembre, el suplicatorio del Tribunal Supremo para poder juzgar el exconseller de la Presidència y portavoz del Partit Demòcrata Europeu Català por supuestamente haber desobedecido el TC y no detener el proceso participativo del 9-N del 2014. Previsiblemente recibirá el apoyo del PP, PSOE y Ciudadanos, los mismos grupos que el 8 de noviembre avalaron elevar el suplicatorio al pleno de la cámara, lo que permitirá que el Tribunal Supremo juzgue Homs por delitos de prevaricación y desobediencia.