La líder de la oposición al Parlament, Inés Arrimadas, ha defendido que "está harta que le sustituyan los símbolos de todos, que le llenen las playas de cruces amarillas, que las calles sean sólo de los independentistas y que los pongan plásticos amarillos en todas partes con lo que contaminan el oceáno". Ha añadido que "están hartos de pasar por el aro".

Arrimadas ha considerado este miércoles que Catalunya vive una situación "muy grave" a nivel social por culpa del independentismo. En una entrevista a El Matí de Catalunya Ràdio, Arrimadas se ha distanciado del ministro de Exteriores, Josep Borrell, y ha admitido que ella no hubiera definido lo que vive Catalunya como un episodio "en las puertas de un enfrentamiento civil", pero ha vaticinado un escenario bastante negativo. "No lo diría así, pero sí tenemos una fractura social grave y podemos ir a mucho peor, a un nivel de conflicto que ni siquiera podemos llegar a imaginar," ha avisado. Por otra parte, ha adelantado que este mismo miércoles, Cs entrará al registro del Parlamento dos peticiones de plenos monográficos con los que quiere que el pleno se reúna de manera extraordinaria un día "para volver a la agenda social y priorizar las políticas sociales" y otro para tratar "la recuperación de la convivencia en Catalunya".

Retirar el lazo amarillo

A pesar de esta necesidad de "coser la sociedad" y "acabar con la ruptura" que asegura que hace falta a Catalunya, Arrimadas se ha negado a hacer autocrítica, asegurando además que "la responsabilidad" de la situación actual "es de los gobiernos" sólo. "Lo que ha generado conflicto social evidente es la vulneración de derechos de los catalanes con el incumplimiento de leyes. Que yo pueda haber dicho alguna cosa, quizás, pero quien ha hecho un conflicto absoluto es el Govern de la Generalitat", ha dicho.
Con respecto a su negativa a reunirse con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, en el Palau de la Generalitat, la líder de Cs ha dicho que "no ha sido sólo por el lazo amarillo de la fachada", y de hecho ha asegurado que si le pidiera verse en el Parlamento o en otro espacio no tendría claro si acudiría. "Hay más cosas, no sólo el lazo amarillo", ha dicho. En este sentido, ha explicado que si Torra quiere que ella acceda a verse hace falta "que haga gestos para volver a coser la sociedad y para la convivencia, se tiene que renunciar a amenazar con la unilateralidad y con ilegalidades, que Catalunya tenga un plan de priorización de políticas sociales, y respetar que Catalunya es de todos y el Palau es de todos". Y todo eso, sólo para que Arrimadas acepte sentarse a hablar con Torra. "Si hacemos eso, nadie tiene que renunciar a su posición política", ha considerado.

Y es que, a pesar de poner todas estas condiciones y decir que el lazo amarillo no es el único impedimento para encontrarse con el presidente, la líder de Cs ha acusado a Torra de "sustituir los símbolos de todos y el escudo de la Generalitat por el lazo amarillo". "Lo que no puedo hacer es normalizar que el símbolo del Palau, que es de todos los catalanes, sea un símbolo como el lazo amarillo. Hablar, hablaremos siempre, pero normalizar la reunión aceptando que el símbolo de la Generalitat es el lazo amarillo, y lo dice él, no estoy de acuerdo", ha sentenciado.