Las negociaciones entre el Partido Popular (PP) y Ciudadanos (C's) para la investidura han reabierto el debate sobre el modelo de inmersión lingüística en Catalunya. Los dos partidos quieren reformarlo y aplicar un modelo trilingüe, donde las lenguas vehiculares sean el catalán, el castellano y el inglés. Asimismo lo ha explicado hoy la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que ha asegurado que hay que cambiar el modelo porque hay un déficit de conocimiento lingüístico por parte de los alumnos catalanes, y ha justificado la reforma asegurando que hace falta que todos los niños aprendan las tres lenguas, y no "sólo los ricos".

En una entrevista en Catalunya Ràdio, Arrimadas ha asegurado que el trilingüismo es un modelo "moderno y útil" y ha asegurado que las lenguas tienen dos enemigos: "los que las quieren prohibir y los que las quieren imponer". Sin embargo, ha evitado marcar cuál tendría que ser el porcentaje de cada lengua, ya que ha asegurado que eso podría ser una de las cosas que marcara la Generalitat en función de las necesidades. El pasado jueves, en esta misma emisora, el líder del PP en Catalunya, Xavier García Albiol, aseguraba que tenía que ser del 33% para cada lengua.

Cuestión de confianza

Con respecto al otro foco político que marcará la agenda este septiembre, la cuestión de confianza al president Carles Puigdemont, Arrimadas ha asegurado que evidentemente no tendrá su apoyo, pero ha asegurado que le gustaría si el planteamiento del president estuviera dentro del "marco democrático normal". En este sentido, Arrimadas ha dicho que C's puede dar apoyo y estabilidad a un gobierno, tal como ha hecho varias veces en otras localidades y comunidades, pero que el planteamiento actual del Govern es de "choque social y parlamentario".

En este sentido, la líder de C's ha asegurado que cuando se habla de otros temas al Parlament –como el corredor del mediterráneo, la sanidad o las infraestructuras– se ponen de acuerdo. Por eso, ha lamentado que durante los últimos años la política catalana esté tan centrada en el proceso.

Con respecto a la posible inhabilitación de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, Arrimadas ha asegurado que le gustaría que no fuera inhabilitada, pero que también le gustaría "que no se saltara las leyes". También ha asegurado que le gustaría "no tener un expresident imputado por utilizar dinero público para hacer lo que no se puede hacer", haciendo referencia así a Artur Mas y la imputación por el caso 9-N.