Las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez se centran en Bruselas con Carles Puigdemont al frente. Sin embargo, Junts todavía no ha cerrado la negociación después de que este jueves Puigdemont se reuniera en la permanente a la capital belga, en una reunión que se alargó varias horas. Por su parte, ERC ya ha cerrado definitivamente el acuerdo con el PSOE, y así lo escenificaron al ministro de la presidencia en funciones, Félix Bolaños, y el presidente de ERC, Oriol Junqueras, la tarde del jueves en Barcelona.

Con este escenario, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha pedido este viernes a la Mesa del Congreso que habilite todos los días que quedan hasta el 27 de noviembre, festivos incluidos, para la posible convocatoria de un pleno de investidura. Fuentes del Congreso apuntan que mientras no haya acuerdo entre el PSOE y Junts, Armengol no fijará la fecha de celebración del debate, porque el objetivo de la cámara —como hizo en el caso de Feijóo, a quien dio 35 días para encontrar apoyos— es que haya una investidura "exitosa", y no influir en negativo fijando una fecha límite. "Todos los días están abiertos, y si no es la semana que viene será la siguiente", señalan.

Incertidumbre sobre la fecha de investidura

La falta de acuerdo entre el PSOE y Junts de este jueves ha alterado los planes de los socialistas, que preveían un acuerdo global que permitiera registrar la ley de amnistía este viernes y que Armengol pudiera anunciar esta misma mañana la fecha de la investidura para que el debate se celebrara la semana que viene, previsiblemente los días 8 y 9 de noviembre. Fuentes presidenciales, aseguran que Armengol no fijará una fecha para la investidura de Sánchez este viernes, tal como se preveía.

Las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez se centran en Bruselas con Carles Puigdemont al frente. Sin embargo, Junts todavía no ha cerrado la negociación después de que este jueves Puigdemont se reuniera en la permanente a la capital belga, en una reunión que se alargó varias horas. Por su parte, ERC ya ha cerrado definitivamente el acuerdo con el PSOE, y así lo escenificaron al ministro de la presidencia en funciones, Félix Bolaños, y el presidente de ERC, Oriol Junqueras, la tarde del jueves en Barcelona.

Con este escenario, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha pedido este viernes a la Mesa del Congreso que habilite todos los días que quedan hasta el 27 de noviembre, festivos incluidos, para la posible convocatoria de un pleno de investidura. Fuentes del Congreso apuntan que mientras no haya acuerdo entre el PSOE y Junts, Armengol no fijará la fecha de celebración del debate, porque el objetivo de la cambra-com hizo en el caso de Feijóo, a quien dio 35 días para encontrar apoyos— es que haya una investidura "exitosa", y no influir en negativo fijando una fecha límite. "Todos los días están abiertos, y si no es la semana que viene será la siguiente", señalan.

Incertidumbre sobre la fecha de investidura

La falta de acuerdo entre el PSOE y Junts de este jueves ha alterado los planes de los socialistas, que preveían un acuerdo global que permitiera registrar la ley de amnistía este viernes y que Armengol pudiera anunciar esta misma mañana la fecha de la investidura para que el debate se celebrara la semana que viene, previsiblemente los días 8 y 9 de noviembre. Fuentes presidenciales, aseguran que Armengol no fijará una fecha para la investidura de Sánchez este viernes, tal como se preveía.

Armengol ha llevado a la Mesa del Congreso una petición para que el pleno se pueda celebrar cualquier día hasta el 27 de noviembre, día en que, si no se ha producido una investidura, se convocarían automáticamente unas nuevas elecciones que tendrían lugar el 14 de enero. Eso implica que se habilitan los fines de semana, festivos y también los lunes. El reglamento del Congreso establece que, por norma general, los plenos se celebren el martes y el viernes, por lo tanto, para aplicar cualquier modificación, como sería celebrar una investidura el fin de semana, hace falta un acuerdo previo de la presidencia de la cámara o de las comisiones, de dos grupos parlamentarios o de una quinta parte de los diputados.

La Mesa también puede aplicar un cambio en este margen de días hábiles, paso que tiene que ser aceptado posteriormente por la Junta de Portavoces, donde tienen voz todos los grupos parlamentarios. Para encontrar el último precedente de una investidura en fin de semana hay que ir hasta el 2016, cuando Mariano Rajoy fue investido en segunda vuelta un sábado por la tarde gracias a las abstenciones del PSOE.