Con la luz del atardecer bañando el Pati dels Tarongers, a las ocho y cuarto de la tarde, arrancará el acto institucional de toma de posesión del 132.º president de la Generalitat. El equipo de Pere Aragonès ha optado porque el emblemático patio del Palau de la Generalitat sea el escenario donde prometa el cargo. Un espacio al aire libre que minimice los riesgos de contagio. Precisamente por el contexto de pandemia, imperará la sobriedad, eso sí, la celebración será más lucida que la de ahora hace tres años, con Torra, que se produjo bajo la intervención del 155. Fuentes de la organización han compartido los detalles del acto con ElNacional.cat.

La esencia: un acontecimiento en consonancia con la generación a la que pertenece el nuevo president. La generación naranjito, la generación milénial. Por la limitación de los aforos se ha reducido la lista de invitados, serán una cuarentena, motivo por el cual se ha planteado como una retransmisión televisada, que podrá seguirse por TV3 así como por las redes sociales del gobierno. Durará unos 35 minutos y acabará con la interpretación del himno nacional.

A la cita no faltará su predecesor, el president Quim Torra. Será él quien le colocará a Aragonès la insígnia de president, escenificando así el relevo. También estará la presidenta del Parlament, encargada de leer el decreto de nombramiento. Como ya adelantó este diario, el líder de ERC, Oriol Junqueras, que ya hizo acto de presencia al pleno de investidura del viernes, será uno de los invitados destacados. Entre los asistentes habrá también los representantes de los grupos parlamentarios y la familia del president electo. En esta ocasión habrá una representación del gobierno de España, encabezada por el ministro de Política Territorial y Función Pública, Miquel Iceta. También estará la delegada Teresa Cunillera. 

Simbolismos

A pesar de la sobriedad autoimpuesta por la Covid, los organizadores incorporarán unos cuantos simbolismos. Para recordar a la Generalitat republicana de 1931, en la cual se ha reflejado ERC a lo largo de toda la campaña electoral. En paralelo, habrá sitio reservado para conmemorar la lucha contra la pandemia. Asimismo, se buscará conectar con el territorio a partir de una escenografía que contará con elementos naturales.

Entre las actuaciones musicales, voces jóvenes del panorama artístico catalán. El grupo Ginestà interpretará la canción Estimar-te com la terra y el himno nacional irá a cargo de Magalí Sare y Manel Fortià.

Los nombres del nuevo gobierno

Una vez haya prometido el cargo, Aragonès firmará el martes el decreto de nombramiento de su gobierno. Todavía queda alguna pieza para encajar, pero la mayoría de pesos pesados del ejecutivo ya han ido trascendiendo. Su mano derecha será Laura Vilagrà, consellera de Presidencia.

Uno de los nombres menos esperados y que tendrá más responsabilidad es el del nuevo titular de Economía, Jaume Giró, exdirector general de la La Caixa. El principal interrogante es quien ostentará la vicepresidencia, una plaza que corresponde a Junts y que apunta a Jordi Puigneró, después de las renuncias de Elsa Artadi y Josep Rius, los dos nombres que más habían sonado. Uno de los cambios más destacados en esta nueva etapa es que por primera vez a la historia la conselleria de Interior pasará a manos de ERC. El cargo lo ocupará uno independiente, el exdiputado del PSC Joan Ignasi Elena, que en su día presidió el Pacto Nacional por el Referéndum. Los republicanos pierden la cartera de Salud, que a partir de ahora comandará a Josep Maria Argimon, que ha formado parte como secretario de Salud Pública, del equipo de la hasta ahora consellera Alba Vergès, que podría no continuar en el gobierno. Sí que será por parte de ERC Roger Torrent, con toda probabilidad en el área de Empresa y Trabajo, aunque algunas fuentes lo habían situado a Cultura. Ester Capella y Teresa Jordà tienen opciones de seguir.

Los precedentes de Torra y Puigdemont

En 2018, con el Govern de la Generalitat intervenido para el 155, Quim Torra optó por una celebración de trámite, en consonancia con la excepcionalidad el momento. Se celebró en el Salón Virgen de Montserrat del Palau de la Generalitat y los únicos invitados, su familia y el presidente del Parlamento, Roger Torrent, aparte del secretario de gobierno, Víctor Cullell. En el breve discurso de toma de posesión, evitó cualquier mención a la Constitución española. Para evidenciar la excepcionalidad de la situación, con Puigdemont en el exilio, Torra renunció a colgarse la medalla de president, que habitualmente coloca al president saliente al nueve. La insignia quedó expuesta sobre la mesa.

La ceremonia de 2018 estuvo precedida de polémica. En nombre del Gobierno, el delegado Enric Millo, reclamaba decir la suya sobre cómo tenía que ser el acto, celebrado todavía bajo la intervención del 155. Finalmente no fue así, y ningún representante del ejecutivo Rajoy asistió. Des de la Generalitat se les trasladó que no eran bienvenidos. La Moncloa denunció que se “degradaba la institución”.

En el caso de Carles Puigdemont, en cambio, la toma de posesión se ubicó en el Salón Sant Jordi, donde se había hecho tradicionalmente y donde habitualmente se celebran los grandes acontecimientos. La imagen del entonces rey Juan Carlos, eso sí, se tapó con una cortina negra. La sala estaba llena de invitados y eran también el entonces ministro del Interior Jorge Fernández Díaz y la delegada Maria de los Llanos de Luna. El presidente saliente, Artur Mas, colocó la medalla al sucesor. Una fotografía que simbolizaba el paso al lado.

En la imagen principal, Pere Aragonès sale del Parlament después de ser investido. / S. Alcàzar