"Dejamos atrás la etapa de recuperar los recortes. Ponemos el contador a cero y empezamos a construir un país de futuro". Con esta proclama ha presentado el vicepresidente, Pere Aragonès, los presupuestos para el 2019, de los que ha asegurado que recuperan los "niveles pre-crisis" y que incorporan "mejoras para la ciudadanía".

Por este motivo, en una comparecencia en el Palau de la Generalitat, el vicepresidente ha pedido a los grupos que dejen atrás el "debate partidista y electoralista", a pesar de reconocer que el calendario es muy ajustado, y den "luz verde" a los presupuestos. "Esperamos que sean responsables" y que "estén a la altura", ha dicho en este sentido.

De esta manera, el vicepresidente ha instado de los grupos de la oposición a llegar a un "acuerdo base" para poder tramitar los presupuestos, pero ha dejado claro que si no se aprueban las cuentas, el ejecutivo no contempla "un adelanto electoral". Aragonès considera las cuentas un "bien superior" que hay que preservar, por lo que ha pedido a los grupos que se comprometan a garantizar la tramitación.

Posible reforma fiscal

Aragonès ha explicado este lunes los principales ejes de los presupuestos de la Generalitat del 2019, de los que ha destacado que incrementa el gasto no financiero ni finalista a 1.715 millones de euros con respecto al anterior presupuesto del 2017, hasta llegar a los 26.157 millones. El gasto departamental, en concreto, sube el 7,4% y crece en 1.665,5 millones de euros, y la mayoría de este incremento va destinado a los departamentos de Salud, Educación, y Trabajo, Asuntos Sociales y Familias.

Con respecto a los ingresos, sin embargo, Aragonès ha evitado explicar si se contempla una reforma fiscal -como el aumento del IRPF, el impuesto de sucesiones o el de transmisiones patrimoniales- y ha trasladado este debate a la tramitación de los presupuestos. "Estamos dispuestos a mejoras también en el ámbito fiscal, si los grupos deciden tramitar el presupuesto", ha dicho el vicepresidente y conseller de Economía.

Lo que sí que ha explicado, sin embargo, es que en este apartado se contemplan los 2.000 millones que el Gobierno había prometido por Catalunya -porque asegura que no dependen el presupuesto sino del Estatuto-. También ha pedido a PSC y Comunes no actuar con "venganza" por el voto negativo de los indendentistas a las cuentas de Pedro Sánchez, ya que ha asegurado que "subordinarlos" sería un "grave error" porque querría decir que no se creen "el autogobierno de este país".

"Negociación con paredes de cristal"

El Govern, a través de su presidente y su vicepresidente, presentarán este miércoles los presupuestos para el 2019 en sede parlamentaria. Sin embargo, no serán aprobados por el consejo ejecutivo y no se someterán a votación en el Parlament hasta que no esté asegurada su tramitación.

"Siempre hemos defendido que tramitaríamos el presupuesto cuando estén las condiciones parlamentarias que garanticen tramitarlo", ha dicho, advirtiendo que no llevará las cuentas al Parlament "como un juego para ver quien queda mal".

La presentación de las cuentas se hará a petición propia del presidente Quim Torra, pero después Cs, PSC y los Comuns registraran una solicitud de comparecencia. La comparecencia servirá para debatir las cuentas y ver qué apoyos pueden tener, pero no se someterá nada a votación.

Esta comparecencia llega después de más de una decena de reuniones entre el Govern y los comunes, que acabaron con la ruptura de las negociaciones por parte del grupo liderado por Jéssica Albiach. Los comunes consideraron que el ejecutivo no les daba números concretos y le pidieron un debate público. Por este motivo, Aragonès ha defendido que llevan ahora las cuentas en el Parlamento, para mantener una negociación "con paredes de cristal".