El vicepresidente y conseller de Economía y Hacienda, Pere Aragonès, ha anunciado este jueves que el Govern reclamará 7.607 MEUR de "deudas pendientes" del Estado con Catalunya a la próxima Comisión Mixta de Asuntos Económicos, que tendrá lugar el 25 de septiembre. Lo ha explicado en la comparecencia que ha realizado esta el jueves por la tarde a la comisión de economía del Parlament para explicar la no asistencia del Govern en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).

Durante su intervención, el vicepresidente Pere Aragonés ha defendido que el diálogo entre el Estado y la Generalitat sea bilateral y no multilateral, ya que ha asegurado que "la historia nos ha enseñado" que la "negociación ha sido siempre de carácter bilateral". Además, ha tachado este órgano de "unilateral" por parte del Estado y de ser un "café para todos".

Estas reuniones "no son útiles para las reivindicaciones" del Govern, ha defendido el vicepresidente, que ha añadido que "no es un órgano federal ni tiene intención de serlo". También lo ha tachado de "unilateral" porque es el Estado quien "tiene la última palabra" de decisión. Por todo eso, ha calificado de "frustrante" la participación de los representados de la Generalitat en él, ya que el "voto definitivo" lo tiene el ministerio de Hacienda y los gobiernos autonómicos se limiten a "expresar un posicionamiento". "Es un ejemplo de un estado autonómico que ha entrado en colapso", ha concluido Aragonès.

El titular de Economía también ha valorado positivamente el cambio de gobierno en España, a través de la moción de censura de Pedro Sánchez a Mariano Rajoy -también con el apoyo de ERC-, y ha asegurado que "ha cambiado el tono, habrá que ver si hay un cambio de partitura". Finalmente, el vicepresidente ha asegurado que "hay" que defender" el compromiso político que se deriva del 1-O", pero que también "hay que poder avanzar" en otros temas.

Con todo, ha subrayado que la negociación "de fondo" con el Estado no tiene que ser sobre la financiación o la autonomía, "sino sobre la autodeterminación".

"Me gustaría que mi país estuviera representado"

En el turno de réplica, los grupos unionistas y también los comunes han reprochado a Aragonés que no participe en el CPFF y en los órganos multilaterales, mientras que los independentistas se le han mostrado a favor.

En este sentido, los comunes y el PSC -los grupos que habían pedido la comparecencia del vicepresidente por esta cuestión- han considerado que hace falta que el Govern asista a todos los órganos donde pueda expresar la voluntad de los catalanes. El diputado de los comunes David Cid ha defendido que tenía que asistir porque cree que no tiene que quedar "nunca una silla vacía en que pueda defender Catalunya", a pesar de las "limitaciones" del modelo.

La diputada socialista Alicia Romero ha asegurado que "la normalidad que empieza a caminar tendría que pasar por el Consejo de Política Fiscal y Financiera" y ha defendido que "me gustaría que mi país estuviera representado" en este órgano.

"Hizo novillos con una excusa barata"

Por otra parte, el diputado José Maria Cano Navarro de Cs ha criticado que Aragonès deje "sin voz ni voto los catalanes" y lo ha acusado de "hacer novillos con una excusa barata" el día de la reunión para no asistir. "Decidió no ir a trabajar aquel día, vivir fuera de la realidad y seguir viviendo en la burbuja del proceso", ha concluido. También el PP ha criticado que Aragonés no fuera a la reunión con el Estado y el resto de comunidades autónomas.

Finalmente, Maria Sirvent, diputada de la CUP, ha criticado también el Govern pero por motivos bien diferentes. En esta sentido, Sirvent ha asegurado que el ejecutivo "se mueve bien en el simbolismo y la retórica" y le ha reprochado que hable de "trabajo ordinario".