Un día después de que el Govern haya hecho oficial que aprobará el proyecto de presupuestos de la Generalitat el martes que viene, el president, Pere Aragonès, ha insistido en que el socio prioritario para aprobar las cuentas es la CUP, para poder así "consolidar el programa de investidura" que tenía como objetivo construir unas cuentas en clave transformadora. Pero mientras Aragonès tiene la vista fijada en los anticapitalistas y al mismo tiempo comunes y PSC se ofrecen para facilitar la aprobación de las cuentas, la distancia de los cuperos con el Ejecutivo se va haciendo más y más grande.

Si bien hace semanas que la CUP avisa de que la negociación de los presupuestos catalanes "no va bien" y reclama un giro a la izquierda, hoy la discrepancia ha sido por los presupuestos generales del Estado, después de que ERC rechazara presentar una enmienda a la totalidad. En la sesión de control al president en el Parlament, la diputada cupera Dolors Sabater ha reprochado a Aragonès facilitar la aprobación de las cuentas: "¿No le parece una auténtica toma de pelo negociar con el PSOE los presupuestos para el 2022 a partir de los incumplimientos de los acuerdos del presupuesto del 2021?", ha atizado la anticapitalista.

Aragonès ha querido evitar la pregunta, y ha dicho que la sesión es de control al president y no a los 13 diputados de ERC en Madrid, y se ha limitado a trasladar el "pleno respeto" a lo que hagan los grupos parlamentarios al Congreso de los Diputados. "¿President, si lo que se acuerda no se cumple, de qué sirve?", ha seguido Sabater, que ha manifestado que la negociación de los presupuestos españoles tiene repercusiones directas con lo que pasa en Catalunya, y por eso ha reivindicado que la población catalana merece que el "peso político" en el Congreso sea para mejoras y no para un juego "de engaños que acaba siendo una burla": "No evada esta pregunta porque la población de Catalunya merece una respuesta con más dignidad", ha remachado Sabater.

Ley del cine en catalán

Durante la sesión de control se ha hablado precisamente de la condición que puso ERC para no presentar una enmienda a la totalidad a los presupuestos generales: blindar el catalán en el marco de la ley audiovisual. En este sentido, el presidente del PSC, Salvador Illa, ha reprochado a Aragonès que exija al Estado este blindaje mientras no cumple con la Ley del Cine de Catalunya, que establece que el 25% de la oferta tiene que estar doblada al catalán y no se llega al 3%, según un estudio presentado recientemente por Plataforma per la Llengua.

 

"Tendría más credibilidad si tuviera criterios de autoexigencia para su Govern. No es de recibo que lo que exigen a otros, no se lo apliquen", ha lanzado Illa, a lo que Aragonès ha contestado que si Catalunya tuviera las herramientas de un Estado independiente, podrían haber desplegado mejor esta ley, y también ha aprovechado para reprochar al PSC que ERC tuviera que insistir y perseguir al Gobierno para incluir cuotas en la ley audiovisual.

Comisión de estudio de la deuda

En la sesión de control el presidente de Junts, Albert Batet, ha preguntado por la opinión de Aragonès sobre la creación de una comisión de estudio de la deuda del Estado con Catalunya que anunció ayer mismo la formación del president Carles Puigdemont, remarcando la necesidad de poner "negro sobre blanco" a la deuda histórica del Estado con Catalunya.

A esta cuestión, Aragonès ha contestado que la Conselleria de Economía ya lo está cuantificando desde hace años con elementos como las balanzas fiscales: "La cuantificación existe, pero si tiene que ser sujeto de debate parlamentario, encontrarán nuestro apoyo", ha contestado Aragonès.

En la imagen destacada, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, durante la sesión de control / Sergi Alcàzar