El president, Pere Aragonès, ha valorado finalmente la crisis que se abrió ayer entre los socios de Govern a raíz de la carga del diputado republicano Gabriel Rufián contra el president en el exilio, Carles Puigdemont, y su entorno por la supuesta trama rusa del procés. Durante unas declaraciones desde Alemania donde se encuentra en viaje oficial, Aragonès ha esquivando la polémica por las palabras de Rufián, pero ha advertido también que "la referencia del Govern tiene que ser Europa y el marco de derechos y libertades".

"No entraré a valorar declaraciones. Nos tenemos que centrar en las cuestiones importantes", ha reclamado el president cuando ha sido interrogado en relación a la polémica que ha mantenido en tensión a los socios del Govern durante las últimas horas. No obstante, al ser preguntado sobre las informaciones publicadas que hacen referencia a reuniones de Puigdemont y su entorno con representantes del Kremlin, ha asegurado que no quería valorar encuentros que "no sabemos si se han producido o no". Además, ha exigido que es necesario dejar claro cuál es el marco de referencia del conjunto del Govern. "Nuestro marco de trabajo y los Estados con que nos queremos relacionar y los ámbitos políticos con que nos queremos relacionar son los de Europa, los de los Estados que defienden la democracia y el marco de libertades que compartimos", ha advertido.

Esta ha sido una y otra vez la respuesta que ha dado cada vez que se le ha preguntado al respecto. "Dejemos muy claro cuál es nuestro marco de referencia y los socios que queremos", ha insistido y "más ahora en que este espacio de democracia y derechos y libertades en Europa está amenazado".

 

Este martes durante una rueda de prensa en el Congreso de los diputados, Rufián dio por buena la existencia de una conexión rusa del procés, tildando a Puigdemont y su entorno de senyoritos que juegan a ser James Bond. El secretario general de Junts, Jordi Sànchez, calificó de "miserable" al diputado republicano, mientras el vicepresident, Jordi Puigneró, transmitió su enfado a Aragonès y preguntó si esta era la posición de ERC. El presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, pidió a los republicanos que desautorice a Rufián.

 

Aragonès, que había evitado hasta esta tarde hacer declaraciones sobre la crisis abierta en el Govern. Por el camino quien sí había intervenido ha sido el mismo Rufián, que se ha disculpado públicamente por las formas, pero ha insistido en la necesidad de un desmarcaje de cualquier posible vinculación entre el procés y Rusia. La formación de Puigdemont ha asegurado a través de una nota que "valora la rectificación de las formas" pero no dejará que quede "ninguna duda sobre la actuación internacional del independentismo".

 

Confianza con Cambray

En relación a la huelga a la Enseñanza, Aragonès ha asegurado que el Govern está dispuesto a "amplificar el diálogo" y ha reiterado "toda la confianza hacia el conseller de Enseñanza, Josep Gonzàlez-Cambray, para afrontar los cambios necesarios y el diálogo - "la conversación activa" - con los docentes. El president se ha amparado en las palabras de los sindicatos para desvincular la huelga de los cambios del calendario -"los propios sindicatos de docentes dicen que el motivo principal no es el cambio de calendario y por lo tanto no es un error haberlo planteado", ha dicho- y ha destacado que el presupuesto de Educación es el más alto de la historia, y el número de docentes también.

Aragonès ha hecho estas declaraciones después de la segunda jornada de los cinco días de huelga de la enseñanza que ha tenido como detonante la modificación del calendario escolar, sin haberlo pactado previamente con los sindicatos o el Consejo Escolar. El Gobierno hizo ayer un llamamiento a los sindicatos a sentarse en la mesa de negociación pero estos reclaman la dimisión del conseller, Josep Gonzàlez Cambray.