El vicepresident del gobierno catalán, Pere Aragonès, ha pedido al gobierno español que "vigile a sus uniformados" que "persiguen" los símbolos independentistas, en referencia al guardia civil identificado como miembro de un pelotón que se dedicaba a arrancar lazos amarillos y esteladas. Aragonès también ha acusado a Ciutadans de animar a "reprimir la libertad de expresión" con sus campañas contra esta simbología en espacios públicos.

ERC ha celebrado hoy en el barrio de Gràcia el acto político "República es libertad", en el que también ha participado el portavoz del grupo municipal en el Ajuntament de Barcelona, Jordi Coronas, y la consellera de este distrito, Alba Metge.

El vicepresident ha hecho esta petición en un acto político celebrado en el barrio de Gràcia: "Pedimos al gobierno central que vigile a sus uniformados, que controle a su gente, los cuales se dedican a perseguir la libertad de expresión", ha reclamado.

En este sentido, Aragonès ha exigido al ejecutivo de Pedro Sánchez que "actúe y ponga orden" para frenar a estos "pilotos" que "se dedican a retirar elementos del espacio público": "Basta de impunidad a los ataques contra la libertad de expresión", ha clamado al vicepresident catalán.

Aragonés, además, ha afirmado que los "ataques" a la libertad de expresión no solo proceden de "las fuerzas de seguridad del Estado", sino también de partidos como Ciutadans, al cual ha criticado con dureza.

Según Aragonès, Ciutadans insta a los catalanes a "reprimir la libertad de expresión" con sus campañas contra la presencia de símbolos independentistas en el espacio público, por lo que ha pedido a los dirigentes de la formación naranja que paralicen estas iniciativas y que denuncien los "ataques que han sufrido gente de nuestro país por defender sus ideas".

Ha advertido también que con estas campañas Ciutadans "quiere provocar" justamente aquello que denuncian: una "fractura social". "No les dejaremos provocar una fractura social", ha añadido.

Aragonès ha defendido que el espacio público "no puede ser neutral" ante la "injusticia y la falta de libertad de expresión", en alusión al proceso soberanista y a los dirigentes en la prisión o en el exilio, a los cuales ha dedicado las primeras palabras de su alocución.

"No podemos volver al tiempo en el cual la política se quedaba en casa", porque las "calles son de todos", ha argumentado.