Coincidiendo con el tercer aniversario del 1 de octubre, son muchos los políticos catalanes que han atendido los medios de comunicación para recordar esta efeméride. Precisamente, en paralelo a la entrevista con el vicepresident Pere Aragonès en RAC1, había otra con el president en el exilio Carles Puigdemont en TV3.

El periodista Jordi Basté le ha preguntado a Aragonès si no sería mejor ir a la una pero el interés mediático les reclama estar en todas partes, tal como ha destacado el líder de Esquerra. Y mirando en la perspectiva de estos tres últimos años, admite: "El 1 de octubre ganamos porque no querían que se celebrara el 1 de octubre. Después de esta victoria no conseguimos más victorias".

Precisamente, ha explicado que ayer habló con Puigdemont en una conversación "que duró unos minutos" y ha destacado que "en unos momentos tan difíciles es importante hacer las cosas fáciles". Por eso ha querido cerrar filas sobre las desavenencias con Junts per Catalunya y ha puesto el foco con el PSC: "Con los socialistas es imposible entendernos y JXCat no es el enemigo ni el adversario, es el socio de gobierno, con quien tendremos que seguir haciendo la independencia". Por eso confía en que las elecciones tendrán que favorecer repetir un gobierno independentista que pueda sumar más fuerzas como la CUP". Una idea que no convence en la Assemblea. En paralelo a sus declaraciones, la presidenta Elisenda Paluzie lamentaba a La 2 que sólo miraban por los intereses electorales.

Elecciones: el 7 o 14 de febrero

Y hablando de urnas, Aragonès ha confirmado lo que todo el mundo daba por hecho: las elecciones serán el 7 o 14 de febrero y ha destacado que es importante "hacerlas coincidir con un domingo". Sobre los problemas o peligros que pueda comportar celebrarlas en una situación de pandemia derivada del coronavirus, el vicepresident no ve ningún tipo de obstáculo: "Si hemos abierto las escuelas, tenemos que poder hacer unas elecciones". Y ha dejado intuir su programa electoral: gasto y más gasto para "evitar repetir la anterior crisis" del 2008.

Desde Esquerra se defiende "seguir contratando maestros" e incentivar la economía. Sin confirmar que él será el candidato, tampoco ha negado la evidencia: "Cualquier persona implicada políticamente, dar un paso siempre es sentirse honrado". Y está convencido que Catalunya se seguirá "recuperando en el 2021".

La pancarta: ¿él lo habría hecho?

Hay respuestas de sí y no como la de sí el vicepresident Aragonès, en la misma situación del president Quim Torra, hubiera descolgado la pancarta en el momento que le notificó la JEC. En este caso, ha eludido el monosílabo para no concretar y dejar intuir que la reacción de los republicanos quizás no hubiera sido exáctamente la misma: "Es una cuestión muy personal pero hubiera encontrado la manera para seguir defendiendo la libertad de los presos políticos". A pesar de todo, ha reiterado el máximo respeto por Torra y ha asegurado que no pronunciará el discurso de Fin de Año.

El condicionante de la inhabilitación pesa sobre la mesa de diálogo con el PSOE. De hecho, Aragonès admite que ni recuerda la última vez que habló con el presidente español Pedro Sánchez y en ningún caso, el indulto será a cambio de aprobar unos presupuestos estatales: "No iremos a hacer una señora Ayuso y un señor Sánchez lleno de banderas, no vamos por la foto". La mesa está estancada y hay que replantearla respeto como estaba: "De entrada no está el presidente Torra".

El primer objetivo: la pandemia

"El president Torra se ha estado preocupando cada día por la vida de los ciudadanos y es más importante eso que una pancarta". Con esta declaración de principios, Aragonès expone que el anhelo independentista tendrá que encontrar el encaje en las políticas de gobierno que ahora priorizan la salud de las personas.

Viendo lo que está pasando en Madrid, ha denunciado la gestión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso de quien le recrimina la dura situación "de los vecinos más desfavorecidos de Madrid" y "ver cómo se les está tratando". En la rivalidad con la capital estatal, Aragonès concluye: "Lo que pasa en Madrid si fuera en Catalunya nos hubieran puesto medidas pero claro, allí está el PP".