El presidente en el exilio, Carles Puigdemont, ha sido uno de los primeros en reaccionar a la inhabilitación del presidente de la Generalitat, Quim Torra, y lo ha hecho con contundencia:

Puigdemont ha cargado contra los poderes del estado español y, en un tuit, ha indicado que un Estado "corrupto desde la Corona hasta la judicatura sigue decidiendo en nombre de los catalanes".

En la misma línea, el presidente en el exilio ha lamentado, que, "una vez más", el estado español interfiera en las instituciones democráticas catalanas.

Sin embargo, ha querido acabar su reacción con un mensaje de esperanza y de apoyo a Torra: "De destitución en destitución hasta la república final. A tu lado, presidente".

Un Govern en funciones

La sentencia del Supremo deja el Govern en funciones en plena pandemia y sin una respuesta unitaria del independentismo. El vicepresidente, Pere Aragonès, asumirá atribuciones de la presidencia pero no podrá hacer destituciones, disolver el Parlament ni convocar elecciones.

Así, el Supremo ha acabado marcando el calendario electoral. Según el informe de los servicios jurídicos de la Generalitat, el presidente de la cámara, Roger Torrent, podrá activar el reloj con un pleno -si no hay presidenciables viables-, y JxCat y ERC tendrán cierto margen para pactar la fecha de los comicios. Las elecciones podrían llegar entre finales de enero y principios de febrero.

La sentencia es firme desde que el Supremo la firma, pero no efectiva hasta que Torra es notificado. En primer lugar, el Supremo notifica la sentencia a los procuradores, y aquí el presidente todavía puede pedir alguna aclaración. Se trata de un trámite ágil y rápido -puede durar un máximo de dos días-, un margen donde la sentencia es firme pero todavía no efectiva. Torra podría, pues, convocar elecciones en este breve periodo -pero no tiene la intención de hacerlo de acuerdo con la estrategia de su defensa.