El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha asegurado este miércoles que "ningún miembro" de su Govern le ha compartido que apoye a la propuesta de la Assemblea Nacional Catalana, que pretendía forzar los partidos y las instituciones independentistas a declarar la independencia en el segundo semestre del 2023. De esta manera, el presidente ha hablado en nombre de todos los representantes del ejecutivo catalán, también aquellos que forman parte de Junts. Se trata, pues, de un claro desafío hacia los socios de coalición, que no han hecho claro todavía su posicionamiento al respecto, más allá del conseller de Economía, Jaume Giró, quien ha defendido que él ve la situación actual de forma "diferente" a la ANC y ha pedido a la entidad independentista que presente una hoja de ruta para "hacer las cosas muy bien hechas".

 

Así, Aragonès se ha pronunciado sin tapujos: "A mí ningún miembro del Govern de la Generalitat me ha dicho que esté en disposición de dar apoyo a esta propuesta". Más allá, y como ya hizo ayer, ha aprovechado para cargar contra el planteamiento de la ANC, advirtiendo de que "no tiene opciones reales a día de hoy". "No hay ningún indicador que nos diga que habrá unas condiciones que no hemos tenido en otros momentos. Los proyectos importantes de país, y en este caso la independencia, es un proyecto bastante importante cómo para plantearlo de forma seria y rigurosa", ha alegado, acusando a la entidad liderada por Dolors Feliu de haber elaborado su propuesta "en 48 horas". También ha querido recordar que la opción no forma parte del plan de Govern, que apuesta en estos momentos por la vía negociada con el Estado.

Declarar la independencia en el 2023

Este martes por la tarde, la Assemblea Nacional Catalana se reunía con el presidente Aragonès, junto con Òmnium Cultural y la Associació de Municipis per la Independència, después del éxito de la manifestación de esta Diada y el mensaje contundente contra el Govern. A las puertas del palacio de la Generalitat, la presidenta de la ANC, Dolors Feliu, informaba de que la entidad pondría sobre la mesa la opción de hacer efectiva la declaración de independencia durante el segundo semestre del 2023, coincidiendo precisamente con la presidencia española de la Unión Europea. "Aprovechar esta presidencia, con gran visibilidad y presencia internacional, comporta que toda Europa y todo el mundo estará pendiente y es más difícil la represión y la vulneración de derechos fundamentales", defendía Feliu, confiando también en que en esta ocasión podría no repetirse la experiencia del 2017 y que el Estado podría reaccionar mejor.

Ahora bien, la opción fue rápidamente fulminada por Pere Aragonès, en la misma línea que ha seguido este miércoles. "Hoy no se dan las condiciones para sacar adelante una propuesta de las características que ha hecho la ANC. Eso lo sabe todo el mundo", dijo la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, avisando de que no quieren invocar la DUI y "volver a picar en la misma piedra". Después de la reunión, Dolors Feliu lamentaba el "inmovilismo" de Aragonès, y se dirigía con una delegación de la entidad para reunirse con el vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró. En un tuit, el principal representante de Junts en el Govern recibía el planteamiento de la ANC y constataba la necesidad de una dirección estratégica del independentismo para "poner en común todas las propuestas y tomar decisiones".