El vicepresidente Pere Aragonès mantuvo este miércoles una reunión con el cónsul de los EE.UU. en Barcelona, Robert Riley, donde abordaron la actualidad catalana y, concretamente, el procés y la seguridad en la ciudad.

La reunión, que se llevó a cabo en la sede de vicepresidencia, llega después de que el consulado emitiera la semana pasada un aviso a sus ciudadanos sobre el aumento de robos en Barcelona y, según ha podido saber El Nacional, el cónsul salió más "tranquilo" de la reunión.

El aviso de los EE. UU. aseguraba que había habido un aumento de robos en las zonas turísticas de la ciudad, muchos de ellos acompañado de violencia, por lo que hacía algunos consejos a sus ciudadanos como "no resistirse físicamente" o no mostrar "signos de riqueza como joyas o relojes caros".

Sobre la actualidad política, a las puertas de la Diada, Aragonès y Riley hablaron sobre la situación de los presos, concretamente sobre la sentencia, y también sobre la situación del Gobierno en funciones.