Mientras la luz de los focos se desviaba por unas horas hacia Madrid, el Parlament de Catalunya acogía, según ha podido saber ElNacional.cat, una nueva cumbre clave entre Esquerra Republicana y Junts per Catalunya capitaneada por Pere Aragonès. La reunión ha arrancado sobre las seis y media de la tarde, con el vicepresident en funciones físicamente a los despachos de la cámara catalana pero conectado virtualmente con otros miembros de los respectivos equipos negociadores. Sobre la mesa, la respuesta de los junteros a la propuesta de que los trasladó él mismo ahora hace una semana, al primer encuentro en la prisión de Lledoners.

Los contactos a todos los niveles se han multiplicado este martes, inmersos en la incertidumbre generada a raíz de la divergencia en las versiones que unos y otros hicieron públicas el lunes sobre la evolución de la negociación después de un fin de semana intenso con una segunda cita presidiaria sábado. De hecho, el encuentro agendado para esta mañana para seguir avanzando en la concreción del programa de gobierno -que avanza positivamente- ha empezado con más de una hora de retraso. Lo tenían que encabezar Laura Vilagrà y Elsa Artadi, acompañadas de los responsables técnicos de cada área de sus respectivos partidos. La líder de Junts ha hecho esperar a Vilagrà porque, según le ha explicado, estaba reunida -virtualmente- con Jordi Sànchez.

Hacía días que los de Junqueras esperaban con impaciencia el retorno a su oferta de organigrama del nuevo Govern de la Generalitat. Como explicó este diario, la propuesta prevé que haya catorce conselleries -una más que ahora- y plantea cambios sustanciales respecto de la actual estructura, con un fortalecimiento del área de presidencia, que pasará en manos de ERC y la disolución de un departamento estratégico por Junts como es Políticas Digitales y la conjunción de Exteriores con Acción Climática. Estos son tres puntos que no convencen a los junteros, que defienden de partida un intercambio de carteras -las que ahora ostenta ERC que pasen en Junts y viceversa- y a partir de aquí aplicar los retoques que sean necesarios.

La tutela, punto de inflexión

Al margen del diseño del nuevo ejecutivo, que si todo evoluciona favorablemente tendría que ser de coalición, queda por resolver definitivamente todo lo que tiene que ver con la hoja de ruta independentista y quién tendrá que asumir el liderazgo. Fuentes de ERC explicaban hace unas horas que el punto de inflexión que detectaron el sábado tiene que ver con la sensación de que Junts ya no aspira a tutelar a Aragonès a través del Consell per la República. Sin embargo, los republicanos reconocen que todo cuelga de un hilo, por eso no lo han confirmado públicamente, para evitar hacer tambalear -más- las cosas.

El anuncio de Junts que el acuerdo al que lleguen lo someterán a una consulta de su militancia ha incomodado a ERC, que no contaba con esta posibilidad. El hecho de que algunas voces con ascendencia en Junts -como Joan Canadell- hayan abierto la puerta a una repetición electoral ha bañado de nerviosismo la cúpula republicana, porque rompe el esquema planteado por el propio Jordi Sànchez que si no había alianza investirían igualmente a Aragonès y se quedarían fuera del gobierno.

Incluso en el escenario más optimista, los actores implicados no esperan que la investidura pueda ser antes de la semana del 17 de mayo.

En la imagen principal, Aragonès hoy en el Pati dels Tarongers. / R. Moreno