La conveniencia o no de abrir nuevas delegaciones en el exterior ha mareado al Govern los últimos meses, encorsetado entre la presión de Junts por mantener la propuesta de abrir nuevas oficinas y el llamamiento del PSC de consolidar las existentes antes de abrir nuevas. El último posicionamiento de la consellera de Exteriors, Meritxell Serret, fue priorizar dotar de más recursos a las delegaciones ya decretadas y consensuar las nuevas aperturas. No obstante, el president, Pere Aragonès, ha anunciado esta mañana en Bogotá que el Govern creará una nueva delegación en Colombia. Aragonès ha destacado que con este movimiento, la Generalitat tendrá cubierto todo el continente americano, dado que ya tiene delegaciones en Estados Unidos-Canadá y México; esta semana abrirá la de Argentina y está aprobado el decreto de una delegación en Brasil.

El debate sobre las embajadas se disparó el mes de diciembre cuando el PSC incorporó entre sus condiciones para apoyar los presupuestos "no abrir nuevas delegaciones en el exterior durante 2023 y evaluar las que están en funcionamiento". Esta exigencia, que finalmente no formó parte del acuerdo tal como se ha encargado de recordar Aragonès, chocó inmediatamente con los exsocios de Junts, después de que Victòria Alsina había anunciado el mes de marzo como consellera de Exteriors una ofensiva para abrir seis nuevas delegaciones. Fue precisamente en un choque con Junts en el Parlament cuando la consellera Meritxell Serret anunció el 6 de febrero, en el debate sobre los presupuestos de su conselleria, que el Govern apuesta por dotar de más recursos las oficinas ya existentes antes de abrir de nuevas.

Nueva delegación en Colombia

En medio de este toma y daca, Aragonès ha anunciado hoy la creación de una nueva delegación con sede en Colombia y ha argumentado los vínculos políticos, económicos, sociales y culturales con este país y la voluntad de reforzarlos y estabilizarlos todavía más. Precisamente, Aragonès visitó este domingo la localidad de Villavicencio, en una de las zonas más castigadas por las desapariciones forzadas en el marco del conflicto armado que vive este país, que ha recibido ayudas de cooperación del Govern.

A pesar del anuncio de hoy, la delegación necesitará todavía meses —o años— para estar en funcionamiento, dado que primero hay que aprobar el decreto de creación, después el nombramiento del delegado, la adquisición de personalidad jurídica y, por último, la apertura de la sede y la creación de un equipo humano. La delegación de Argentina, que Aragonès inaugurará esta semana en Buenos Aires, aprobó el nombramiento del delegado, David Poudevida, en octubre de 2019 y lo cesó en marzo del año pasado sin que hubiera abierto oficina ni nombrado personal.

Aragonès ha reconocido que la puesta en marcha de la nueva oficina requerirá meses y se ha limitado a apuntar la voluntad de que el decreto de creación del Govern se apruebe en 2023.

Al ser interrogada sobre el cambio de posición que representa este anuncio hecho hoy después de que el Govern había apostado por priorizar consolidar las oficinas ya en marcha, la consellera ha subrayado que "desplegar las delegaciones existentes nunca eliminaba la posibilidad que se pudieran crear nuevas delegaciones".

Con la de Colombia serán 21 las delegaciones con las que cuenta el Govern en el exterior. De estas, 13 están plenamente operativas, 5 parcialmente —Cono Sur, Senegal, África Meridional, Corea del Sur y Japón— y dos están creadas por decreto y en proceso de constitución —Brasil y Andorra—.