Las  palabras del director del Museu Nacional d'Art de Catalunya, Pepe Serra, en las que ponía en cuestión al abogado del Ayuntamiento de Sixtena por haber propuesto serrar las pinturas murales para trasladarlas mientras pedía prohibir un espectáculo de Rosalía en el recinto, continúan dando que hablar. Jorge Español ya ha anunciado que se querellará contra Serra por haber dicho que quien piensa eso "debe ir al médico", mientras que desde el gobierno de Aragón no aflojan y van en la misma dirección. El ya polémico director general de Cultura, Pedro Olloqui, ha cargado este martes contra el director del MNAC por sus declaraciones sobre las y le ha acusado de "ridiculizar" la propuesta técnica aragonesa, que plantea, precisamente, fragmentar el conjunto en hasta 72 piezas para garantizar su traslado ordenado por el Tribunal Supremo en mayo. "Si el concierto de Rosalía es un peligro, serrar la pieza en setenta trozos, ¿qué es?", se preguntaba Serra este lunes en una conversación con periodistas.

En cambio, según Aragón, esta propuesta es perfectamente segura: Olloqui ha defendido que este es el número de fragmentos "que fueron compuestos por las instituciones catalanas para su montaje en los bastidores" y ha negado que la operación afecte a las pinturas originales. "En las uniones entre fragmentos no hay restos de pintura original, sino que las uniones son restituciones hechas a lo largo del siglo XX por las instituciones catalanas", ha añadido, siempre poniendo el dedo en la llaga. A finales de octubre, el mismo Olloqui se mostraba en contra de la realización de una prueba pericial independiente por parte del Ministerio de Cultura sobre los posibles daños del traslado y en contra de la petición de la Generalitat de personarse en la ejecución de la sentencia, que ha enmarcado en una "estrategia de confusión"

Un traslado que no se puede cuestionar, según Aragón

Así, el dirigente del gobierno aragonés ha cargado contra el director del MNAC por, según él, reabrir el debate sobre la viabilidad de trasladar las pinturas, a pesar de que en repetidas ocasiones diferentes expertos ya han advertido que moverlas de lugar hasta su emplazamiento original tendrá daños irreversibles sobre una de las grandes joyas del románico. "Esta cuestión ya quedó resuelta en la sentencia y fue objeto de debate en el procedimiento", un traslado que, para Aragón, no puede ser cuestionado y solo necesita ser ejecutado. Por otro lado, Olloqui ha explicado en rueda de prensa que el juzgado de Huesca ha convocado a las partes catalana y aragonesa a "dirimir la diferencia entre los dos cronogramas para el traslado mediante la posibilidad de constituir una comisión de expertos, técnicos o peritos de ambas partes". Para él, esto no es nada más que "un toque de atención a las instituciones catalanas" para que vuelvan al diálogo y "respeten" el trabajo de los aragoneses.