Arabia Saudí lleva de cabeza a España, porque le puede coger la sede de la Organización Mundial del Turismo (OMT), que tiene ahora la sede en Madrid. Según el diario El País, los esfuerzos diplomáticos españoles para frenar que Arabia Saudí presentara su candidatura no han tenido éxito, y en los próximos días lo hará oficial.

"El interés de la Arabia Saudí de llevarse la sede significó al inicio una sorpresa para el Ejecutivo español. Aunque el paso de los días ha variado la sorpresa por preocupación. Fuentes ministeriales reconocen que ya es casi imparable que llegue el asunto a la asamblea de la OMT. Y esta votación parece difícil de controlar. España entiende la maniobra de Riad como un movimiento hostil y así se lo ha hecho saber. "Hemos transmitido a la embajada de Arabia Saudí que es un gesto poco amistoso y no entendemos esta veleidad", reconocen fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores, que también han llamado a consulta Zurab Pololikashvili, secretario general del organismo", señala el diario.

La sede del OMT es la única que tiene España con este nivel, y trabajan en ella 152 personas.

Para conseguir el cambio de sede, Arabia Saudí necesita conseguir el apoyo de 106 países, y el Gobierno no tiene claro que no lo pueda conseguir. En principio la cuestión se tendría que tratar en octubre, pero podría pasar a finales de año a petición del Marruecos a causa de la pandemia.

Las relaciones con Juan Carlos I

 

Todo eso coincide con que este mes de agosto ha trascendido que el rey emérito Juan Carlos I realizó como mínimo cinco viajes a Riad, la capital de Arabia Saudí, que escondió de su agenda pública entre 2015 y 2018. En estas visitas, el emérito se reunió con los principales dirigentes del régimen, según ha podido saber el diario Público. El primer viaje de Juan Carlos I fue el 28 de enero de 2015, pocos días después de que Felipe VI se hubiera desplazado a Riad por la muerte del rey Abdalá. Sobre la visita del emérito no hubo ninguna palabra oficial de la Casa Real, pero el régimen árabe informó de que "el antiguo rey de España" se había reunido con el príncipe heredero y algunos funcionarios importantes.

Juan Carlos I hizo su segundo viaje a Arabia Saudí en noviembre de 2015, cuando se reunió con el rey Salman y el ministro saudí del Interior. La visita se produjo ocho meses después del inicio de la intervención de Arabia Saudí contra los rebeldes del Yemen, que en menos de un año se cobró la vida de 3.000 civiles (700 niños), según los datos de Amnistía Internacional. Poco después de que estallara el conflicto, el rey Felipe VI llamó al rey Salman para comunicarle su apoyo a la operación militar.

La tercera visita del emérito fue a finales de abril de 2016 para participar en una conferencia internacional, un acto público del que la Casa Real no dijo nada. Tampoco se dijo nada sobre la conversación que tuvo el emérito con el ministro saudí de Exteriores, en un momento en que España se consolidaba como uno de los principales vendedores de armas al régimen.

Según el mismo diario, en una visita a Riad, Juan Carlos inició los negocios para la fundación de una empresa "para canalizar el comercio entre los dos países": Alkantara Iberian Exports. El príncipe Fahd nombró delegado saudí de Alkantara al magnate Adnan Khashoggi, un traficante de armas que poseía un conjunto de empresas (Triad International), mientras que Juan Carlos I designó a Manuel Prado y Colón de Carvajal como presidente de la compañía.