El diputado de la CUP Carles Riera aceptó durante una entrevista concedida el miércoles en Rac1 que la situación política en Catalunya se parecía a lo que coloquialmente se conoce como una "bajada de pantalones". Más tarde, sin embargo, el líder cupaire quiso dejar claro que le sabía mal no haber presentado ninguna objeción al uso de esta expresión.

Por medio de un tuit, Riera ha hecho un ejercicio de "autocrítica" porque "hay que eliminar el lenguaje de connotaciones sexistas y homófobas de los medios de comunicación".

El hecho de que Riera considere "sexista y homófoba" la expresión ha dado pie a todo tipo de comentarios vía Twitter, que en general no ven que "bajada de pantalones" tenga las connotaciones que le atribuye Riera.

Así, Toni Soler ha apuntado que hablar ante un micro se ha convertido "en un campo de minas".

Más mordaz y escatológico ha sido el escritor Quim Monzó, que ha anunciado que estaba a punto de hacer "una bajada de pantalones". Es decir, que se iba "a cagar".