El diputado de la CUP Carles Riera aceptó durante una entrevista concedida el miércoles en Rac1 que la situación política en Catalunya se parecía a lo que coloquialmente se conoce como una "bajada de pantalones". Más tarde, sin embargo, el líder cupaire quiso dejar claro que le sabía mal no haber presentado ninguna objeción al uso de esta expresión.
Por medio de un tuit, Riera ha hecho un ejercicio de "autocrítica" porque "hay que eliminar el lenguaje de connotaciones sexistas y homófobas de los medios de comunicación".
Hoy a mi entrevista en RAC1 ha sido utilizada la expresión "bajada de pantalones", hago autocrítica por haberla pasado por alto asintiendo sin objetarla. Tenemos que eliminar el lenguaje de connotaciones sexistas y homófobas de los medios de comunicación.
— Carles Riera (@carlesral) 30 de mayo de 2018
El hecho de que Riera considere "sexista y homófoba" la expresión ha dado pie a todo tipo de comentarios vía Twitter, que en general no ven que "bajada de pantalones" tenga las connotaciones que le atribuye Riera.
Así, Toni Soler ha apuntado que hablar ante un micro se ha convertido "en un campo de minas".
Hosti, hablar ante un micro se está convirtiendo en un campo de minas. https://t.co/iv9Et7DYGs
— TONI SOLER (@soler_toni) 31 de mayo de 2018
Más mordaz y escatológico ha sido el escritor Quim Monzó, que ha anunciado que estaba a punto de hacer "una bajada de pantalones". Es decir, que se iba "a cagar".
Ahora mismo haré una "bajada de pantalones". Me voy a cagar. https://t.co/n11tsA5byb
— Quim Monzó (@QuimMonzo) 31 de mayo de 2018