La Comissió de la Dignitat ha presentado nuevos documentos al Departament de Cultura para que declare la prisión de mujeres de la Trinitat de Barcelona como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN). Cultura inició el pasado agosto el estudio de esta petición hecha por la Comisión de la Dignidad en nombre de doce entidades para que una parte del edificio y su fachada se convierta en un espacio de memoria de la represión franquista y de la lucha de las mujeres y asociaciones vecinales del barrio de la Trinitat Vella. Uno de los documentos es el proyecto de preservación de la fachada principal del penal que la asociación de arquitectos El Tinglado hizo y presentó al consistorio en diciembre de 2021, lo que demuestra que se puede conservar, indican.
En declaraciones a ElNacional.cat, Pep Cruanyes, presidente de la Comissió de la Dignitat, ha lamentado que "algunos concejales del gobierno socialista han puesto pegas" al asegurar que esta preservación podría retrasar la construcción de los nuevos pisos sociales, hecho —precisa— desmentido por el proyecto de 2021. Cruanyes precisa que el proyecto de 2021 “planteaba redistribuir los pisos y mantener el número que se han previsto”. Es decir, no se restaban viviendas sociales. El abogado ha asegurado que "el Ayuntamiento tiene el deber de respetar y proteger el patrimonio cultural en las actuaciones urbanísticas como medida de sostenibilidad y para garantizar la calidad de vida de las personas que prevé la Ley de Urbanismo de Catalunya DL 1/2010”.
Actualmente, la urbanización de la gran explanada liberada y que ocupaba el centro penitenciario, a pesar del retraso inicial en el intercambio de solares entre el Ayuntamiento de Barcelona y el Departament de Justícia. Buena parte de la prisión de la Trinitat se derribó en 2009, y la zona que queda es el Centre Obert 2 de Barcelona, donde actualmente van a dormir unas 400 personas, que ya han cumplido buena parte de la pena.
El apoyo de la mayoría de grupos
El segundo documento son los acuerdos tomados tanto por el distrito de Sant Andreu como por el plenario del Ayuntamiento de Barcelona, de octubre y noviembre pasado, en apoyo de la declaración de BCIN en la categoría de lugar histórico de una parte del edificio correspondiente a la fachada principal de la prisión de mujeres de la Trinitat para ser destinado a lugar de memoria de la represión contra las mujeres y para actividades culturales del barrio. La propuesta fue presentada por el grupo municipal de Junts, que recibió el apoyo de ERC, los Comunes y el PSC; y solo el PP y Vox votaron en contra.
La primera fase, en marcha
Precisamente, el Ayuntamiento de Barcelona informaba, el pasado marzo, que el Institut Municipal d’Urbanisme (IMU) inició las obras de la primera fase de urbanización del ámbito más cercano al centro penitenciario del barrio de la Trinitat Vella, en el distrito de Sant Andreu. Se añadía que con este cambio se mejorará l'accesibilidad y se solucionará la situación de desconexión urbanística respecto de los barrios vecinos, con la creación de más zonas verdes y nuevos recorridos. La inversión se cifraba en 5,3 millones de euros.
Según la información municipal, en el año 2022 se iniciaron las obras de los pisos para realojar a las familias afectadas por la renovación urbana de la zona, una actuación -assegura- que el vecindario esperaba desde hacía más de 20 años. La primera promoción consta de un bloque de 41 viviendas. La segunda promoción, con 53 viviendas, empezó a levantarse a inicios del año 2024. “Una vez se derribe la prisión”, según se detalla, se completará la segunda parte del primer bloque, con 35 viviendas más. En total, el Institut Municipal de l’Habitatge i Rehabilitació de Barcelona (IMHAB) construirá con estas promociones 129 viviendas para las familias para su realojamiento.
Motivos históricos
Las entidades que quieren preservar la fachada y una parte de la Trinitat argumentan que el edificio, inaugurado el 9 de julio de 1963, es “el principal centro penitenciario de mujeres de Catalunya” y añaden que es necesario preservar una parte “como se ha hecho con la prisión Modelo” porque es un testimonio de la represión política y social ejercida por el franquismo contra las mujeres, y a la vez forma parte de la historia de la lucha de las mujeres por sus derechos, como también de la historia del barrio de la Trinitat Vella.
