La exdiputada de la CUP en el exilio, Anna Gabriel, ha expuesto en una carta a la militancia a que "nos necesitamos organizadas y determinadas pero siendo parte de una resistencia amplia". "Nos necesitamos sabiendo que la libertad es no tener miedo, pero siendo conscientes de que el miedo ha avanzado, y que hay que trabajarlo para hacerlo pequeño".

Gabriel ha detallado que "tenemos un país que ha sufrido mucho" y reconoce que eso y otros factores, han hecho que no sólo haya crecido mucho el apoyo al ejercicio de la autodeterminación y a la construcción de una República independiente sino que haya importantes sectores populares que rechazan esta misma idea".

La cupaire ha comentado que "no es sólo con que no hayamos sido capaces de explicar todavía claramente que nuestro proyecto de República es un proyecto plural y coral" sino que expone que "ha intervenido el miedo a la incertidumbre, incentivado por el Poder en mayúsculas".

"Hace falta que nos escuchemos mucho más", ha instado. "El independentismo necesita prestar más atención a las necesidades reales de la gente, escuchar mucho más" y ha añadido que "sólo así alcanzará la fuerza necesaria para superar todas las barreras que nos separan de poder ejercer nuestros derechos, nuestras soberanías, y nuestra autodeterminación con plenitud".

Gabriel ha subrayado que toda acción que se emprenda "tiene que partir de las necesidades colectivas, de la necesidad de reaccionar de forma colectiva y de la necesidad de construir de forma colectiva".

"Las cartas y los mensajes me han acompañado desde el primer día"

Bajo el título "Ens tornarem a veure", la cupaire ha reconocido desde Ginebra que en el exilio "no tengo el movimiento político en el que he militado durante tantos años, no tengo mi casa, ni las cotidianidades nuestras". A pesar de todo, ha puesto énfasis, citando Galeano en que "quejarse por la ausencia de según qué cuando nos han hecho desaparecer tantas personas dignas y luchadoras, es cómo faltar el respeto al padecimiento".

Gabriel ha remarcado también que ha recibido muchas muestras de solidaridad "muchas más de las que nunca me habría imaginado". "Las cartas, los detalles, las visitas o los mensajes me han acompañado desde el primer día. Y también acompañan cada día a los de casa". Y ha resaltado que "no me cansa nada de lo que me llega, no se tiene que tener miedo a molestar".

La exdiputada también ha aprovechado esta carta a la militancia para recordar que "después de muchos años de trabajo y militante hubiera vuelto como tocaba, como quería, a la base." Y ha añadido que "eso me ha llevado a querer que sean las portavoces, las estructuras decisorias de la CUP, las que pongan voz en todo lo que queramos decir". El escrito concluye con uno "cuidaos".